Ni chocolate ni ostras: estudio revela cuál es la dieta del deseo sexual

hace 1 día 16

Productos como el chocolate o las ostras se ganaron la fama de afrodisíacos naturales. Sin embargo, nuevos estudios científicos están desafiando estas creencias y apuntan hacia una alternativa inesperada: no se trata tanto de lo que se come, sino de lo que se deja de consumir.

El ayuno intermitente y su efecto en el deseo sexual

Un equipo del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE), en colaboración con investigadores de la Universidad de Qingdao en China, encontró que someter a ratones macho a ciclos de ayuno de 24 horas puede aumentar notablemente su comportamiento sexual. 

Según el estudio, publicado en 'Cell Metabolism', esta respuesta estaría relacionada con la reducción de serotonina en el cerebro, provocada por una menor ingesta del aminoácido triptófano, presente en los alimentos.

Los expertos afirman que este tipo de ayuno podría convertirse en una opción terapéutica para tratar la pérdida del deseo sexual en humanos. 

"Nos interesan los efectos del ayuno en el envejecimiento. Utilizando ratones como modelo, investigamos los mecanismos biológicos subyacentes. Nuestro objetivo es obtener información que también pueda ser relevante para los humanos", explica el doctor Dan Ehninger, líder del grupo de investigación y autor principal del estudio.

Hacer el amor es una de las actividades más placenteras que puede disfrutar el ser humano.

Esto dice el estudio. Foto:iStock

Un hallazgo inesperado 

Aunque el propósito inicial de los investigadores era analizar el impacto del ayuno en la descendencia de los ratones, el experimento derivó en una observación inesperada. Los ratones macho de mayor edad que habían sido sometidos a ayuno prolongado mostraron una tasa de reproducción más alta de lo esperado. No obstante, esta mayor fertilidad no se relacionaba con mejoras en la función reproductiva.

"Fue un poco de trabajo detectivesco descubrir la verdadera causa", reflexionan los investigadores. "Nos dimos cuenta de que era una cuestión de comportamiento. Los machos en ayunas tuvieron significativamente más contactos sexuales que los ratones que podían comer libremente. En otras palabras, estos animales tuvieron una frecuencia de apareamiento inusualmente alta y, como resultado, un número inusualmente alto de crías para su edad. Su comportamiento de apareamiento compensó con creces las limitaciones fisiológicas propias de la edad", señala el equipo.

Una dieta basada en restricción calórica

El régimen aplicado a los ratones consistía en permitirles alimentarse durante 24 horas seguidas, seguido de otro período igual en el que solo tenían acceso a agua. Durante las fases de ayuno, los machos permanecían juntos, sin contacto con hembras. Al final del proceso, se introdujeron hembras que no habían sido sometidas a restricciones dietéticas.

Además del efecto observado en ratones adultos mayores, se evidenció un comportamiento similar en ejemplares más jóvenes que habían iniciado el ayuno a los dos meses de edad y lo habían mantenido por seis meses. Ellos también se mostraron sexualmente más activos que sus pares alimentados sin limitaciones.

No obstante, este fenómeno no se repitió en ratones que solo siguieron el régimen durante unas pocas semanas. Según los científicos, la duración del ayuno es un factor determinante, y sus efectos parecen manifestarse tras un mínimo de seis semanas.

Menopausia y ayuno intermitente

El ayuno podría ser la clave.  Foto:iStock

Posible aplicación terapéutica en humanos

De acuerdo con Ehninger, la restricción calórica, incluso sin ayuno estricto, podría tener un efecto similar en las personas. "Los mensajeros químicos también desempeñan un papel importante en la regulación del comportamiento sexual en humanos. Esto aplica en particular a la serotonina", afirma.

El científico cita como ejemplo el efecto secundario de algunos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que pueden disminuir la libido. Por el contrario, niveles bajos de este neurotransmisor parecen favorecer el deseo sexual. 

"En vista de esto, considero muy plausible que el ayuno pueda influir en el deseo sexual en humanos, posiblemente no solo en hombres, sino también en mujeres, ya que la serotonina también afecta su libido", asegura.

Aunque reconoce que faltan estudios en humanos sobre este fenómeno, Ehninger considera que este hallazgo abre una posible vía de tratamiento para una condición frecuente. 

"En mi opinión, tendría sentido investigar esto con más detalle. Veo potencial para una aplicación terapéutica. La falta de deseo sexual no se percibe necesariamente como un problema, pero algunas personas la padecen. Esta condición se conoce como 'trastorno del deseo sexual hipoactivo' y afecta particularmente a los adultos mayores. El ayuno podría ser un complemento útil a las opciones de tratamiento existentes".

Europa Press. 

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Europa Press, y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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