Según comentó el Dr. Yingli Lu, neurólogo e investigador, a la Academia Americana de Neurología, mantener una rutina de vida saludable puede marcar la diferencia en la salud cerebral a largo plazo. Sumar esta actividad física, una alimentación equilibrada, descanso adecuado y mantener una vida social activa son cuestiones fundamentales para fortalecer el cerebro y prevenir el deterioro cognitivo.
Realizar ejercicio físico regularmente como primer hábito a cumplir
El ejercicio es uno de los factores más importantes para la salud cerebral. Se demostró que la actividad física mejora la circulación sanguínea en el cerebro, reduce la inflamación y estimula la producción de neurotransmisores esenciales para la memoria y el aprendizaje.
Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana.
- Seguir una alimentación saludable
Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, cereales integrales y pescado puede mejorar la función cerebral. Evitar alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y grasas trans es clave para reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
- Dormir entre 7 y 9 horas diarias
El descanso adecuado permite que el cerebro elimine toxinas acumuladas durante el día. La falta de sueño se ha vinculado con un mayor riesgo de padecer demencia, por lo que es fundamental establecer una rutina de sueño regular.
La importancia de dormir bien Foto:Getty Images/iStockphoto
- Mantener una vida social activa
Las interacciones sociales frecuentes ayudan a fortalecer las conexiones neuronales y reducen el riesgo de enfermedades como el Alzheimer.
- Reducir el estrés y practicar técnicas de relajación
El estrés crónico puede afectar negativamente la salud cerebral. Prácticas como la meditación, el yoga y la respiración profunda ayudan a reducir la liberación de hormonas del estrés.
- Estimular el cerebro constantemente
Realizar actividades que desafíen la mente, como aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento o resolver acertijos, fortalece las conexiones neuronales y mejora la plasticidad cerebral.
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso
El tabaco y el consumo excesivo de alcohol están relacionados con el daño neuronal y el aumento del riesgo de enfermedades neurodegenerativas.