Mujer soñaba con ser mamá y murió poco después de dar luz a su bebé por un agresivo cáncer

hace 1 semana 17

La historia de Pâmela Souza, una mujer, de 30 años, conmovió a Brasil con su historia. En febrero, Pâmela dio a luz a su hijo Ravi, quien nació prematuramente a las 28 semanas, debido a la gravedad de su cáncer avanzado. 

Aunque el bebé, que pesó solo 1,2 kg, sigue luchando en la UCI pediátrica, su estado es estable y está ganando peso.

Un diagnóstico inesperado

Los síntomas de Pâmela comenzaron a finales de 2021. Dolores de cabeza, mareos, vómitos y desmayos fueron algunos de los malestares que experimentaba. 

Sin embargo, fue el dolor de cabeza persistente lo que más le preocupaba. En sus primeras consultas, los médicos diagnosticaron migrañas, pero el dolor empeoró y se le hinchó la cara.

Tras buscar atención en diferentes centros médicos, una persona, conmovida por su situación, ofreció financiar un examen privado, lo que permitió descubrir un tumor cerebral en estado avanzado.

Pâmela se sometió a una cirugía y a un tratamiento de quimioterapia y radioterapia durante cuatro años consecutivos. A pesar de su batalla contra el cáncer, su sueño de ser madre permaneció intacto. En octubre del 2024, descubrió que estaba embarazada, aunque sabía que el tratamiento oncológico impedía quedar embarazada.

La difícil decisión de seguir adelante con el embarazo

Enfrentada a un embarazo inesperado, los médicos informaron a Pâmela que no podrían continuar con su tratamiento de quimioterapia, ya que el cáncer había regresado con más fuerza. 

A pesar de los riesgos para su vida, ella tomó la decisión de continuar con el embarazo. Su esposo, Rilles de Souza, recuerda ese momento con emoción: “Su sueño era ser madre. Ya se había sometido a cirugía, quimioterapia y radioterapia, pero con el embarazo inesperado, el tumor regresó y, esta vez, con más fuerza. Pero su historia sigue inspirando a otras mujeres”.

Cerebro

Le descubrieron un tumor cerebral.  Foto:iStock

A pesar de las advertencias médicas, Pâmela decidió mantener el embarazo, sabiendo que podría no sobrevivir. “Pamela estaba encantada con la noticia del embarazo. Ella siempre quiso ser madre, no lo podía creer. Hoy puedo decir que ella dio su vida por su hijo”, relata Rilles.

El  desenlace

El día que Ravi nació, Pâmela ya estaba en coma y no respondía a estímulos. Fue trasladada a la UCI y, una semana después, madre e hijo finalmente pudieron encontrarse. Sin embargo, Pâmela ya no podía moverse ni ver. Rilles describe los momentos finales con su esposa: “Le pregunté: ‘Pamela, ¿me estás escuchando?’ y ella me apretaba la mano o parpadeaba para confirmar que estaba escuchando”.

Tras despertar del coma, Pâmela seguía intubada y con varios dispositivos conectados a su cuerpo. Aunque entendía todo lo que le decían, ya no podía interactuar. Rilles recuerda sus últimos momentos juntos: “Antes de irme, la besé, la abracé y le dije que la amaba. Le dije que, pasara lo que pasara, seguiría amándola y cuidando a Ravi”.

Sin embargo, la madrugada del martes pasado, el triste desenlace llegó: “Fue una noticia que sacudió mi vida y la de todos mis familiares”, comenta Rilles.

Pamela con su esposo

Pamela con su esposo Foto:Redes sociales

El futuro de Ravi

A pesar de la dolorosa pérdida, el bebé Ravi sigue luchando. Actualmente, pesa casi 2,5 kg, aunque su condición respiratoria sigue siendo preocupante, ya que su pequeño pulmón necesita desarrollarse aún más.

Rilles, quien dejó su trabajo para dedicarse al cuidado de Pâmela durante su enfermedad, recuerda su relación con ella con cariño y respeto: “Pamela y yo fuimos amantes, nos casamos y honré a mi esposa hasta los últimos días de su vida. Desde que descubrió el tumor dejé de trabajar y me dediqué 100 % a ella”.

La relevancia médica y el seguimiento de embarazadas con cáncer

La historia de Pâmela también ha tenido un impacto en la comunidad médica. Según Fanny Cascelli, oncóloga clínica especializada en tumores femeninos del Centro de Investigaciones Oncológicas Pérola, en São Paulo, es posible realizar quimioterapia durante el embarazo, pero siempre con precauciones.

“Las pacientes con cáncer de mama, por ejemplo, pueden hacer quimioterapia desde el segundo trimestre, hasta las 35 semanas de gestación, con un intervalo de tres semanas sin terapia antes del parto”, explicó la especialista.

Cascelli también destacó la importancia de un seguimiento adecuado y multidisciplinario en estos casos,en el que la relación entre el oncólogo y el obstetra debe ser muy estrecha.

O Globo (Brasil) / GDA. 

Fue diagnosticado con cáncer de colon y compartió los síntomas que desearía no haber ignorado

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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