Carry Keats, una mujer pensionada de 92 años, generó una disputa judicial y familiar tras romper en tres cuartas partes su testamento en su lecho de muerte.
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Su herencia, valorada en 800 mil libras esterlinas, está en medio de una batalla entre sus cinco primos lejanos y su hermana menor, con quien tenía una relación conflictiva.
Según el diario ‘Daily Mail’, la mujer tomó la decisión en la última etapa de su enfermedad estando en el hospital, basándose en la ley victoriana de 1837 que afirma que es posible anular un testamento si este se destruye.
Sin embargo, existen ciertas pautas legales que se deben seguir para anularlo de esta forma, aspectos que han sido puestos en duda por los primos de la mujer. El Tribunal Supremo de Londres reveló que se encuentra analizando la validez de la destrucción del documento.
En dado caso de que fuese legal, Josephine Oakley, hermana menor de Carry Keats, heredaría la fortuna de la mujer. No obstante, los primos de la anciana interpusieron una demanda, afirmando que, al momento de romper el testamento, la pensionada no tenía ni la fuerza ni la lucidez mental para revocarlo de manera efectiva.
¿Cuál fue la razón de Carry Keats para destruir el testamento?
Según afirman fuentes oficiales para el medio citado, el conflicto familiar se originó después de que Carry Keats sufriera una recaída. Sus primos, al ver el estado de salud de la mujer, sugirieron ingresarla en un hogar de ancianos para su respectivo cuidado.
Esto generó una fuerte pelea entre los familiares, motivo por el cual en enero de 2022, Keats acudiera a su abogada de confianza y, en su lecho de muerte en el Hospital de Salisbury, rompiera su testamento frente a ella.
Sumado a esto, la profesional afirmó que en noviembre de 2021, la pensionada de 92 años ya había manifestado sus intenciones de eliminar a sus primos del testamento, evento que refuerza la lucidez de la mujer a la hora de tomar su radical decisión.
¿Que alegan los familiares de Carry Keats?
Los primos de Keats relataron en la demanda que las intenciones de la pensionada nunca fueron dejar su herencia a su hermana menor, debido a que estaba en total desacuerdo con los actos de adulterio cometidos por Josephine Oakley en su juventud.
Ante esto, Oakley negó dichas acusaciones, afirmando que su hermana mayor tenía pleno conocimiento de sus actos y no la juzgaba por ellos. Además, defendió los deseos de Carry Keats de sacar a los primos del testamento.
En sus últimos meses de vida, Keats estableció una relación más cercana con su hermana menor, a pesar de la tensión que se vivía en su convivencia. De hecho, Jennifer Oakley presentó ante el tribunal documentos que prueban que fue su única compañía en el periodo previo a su muerte.
JOHAN STEVEN GUERRERO.
EQUIPO ALCANCE DIGITAL.
EL TIEMPO.