El director francés Jacques Audiard argumentó en una entrevista con Efe que “no cambiaría” a Emilia Pérez, su última película multipremiada sobre una “realidad interpretada” de México, con la que se ha despertado un intenso debate acerca del tratamiento de dos de los problemas que más aquejan a dicho país: el narcotráfico y las víctimas de desapariciones.
Audiard subrayó que la película –que ha generado opiniones diferentes en el público mexicano como la del cineasta Guillermo del Toro, a favor, y el escritor Jorge Volpi, en contra– “es una realidad interpretada, nunca tendría la pretensión de conocer México como (los mexicanos); en todo caso, aprendí más sobre México de lo que antes ya sabía”.
“Yo escribí muchísimo y tuve muchísimo cuidado, no tenía ganas de ofender a los mexicanos, de herir a nadie. Al contrario, me parece que el canto suaviza las cosas, permite que hablemos de cosas que nos cuestan trabajo”, sostuvo frente a las críticas que ha recibido antes del 23 de enero, fecha su estreno.
Sobre la cinta, con once nominaciones a los Premios Bafta 2025 y posible contendiente en los próximos Premios Óscar, el realizador reconoció que si llegara a cambiar algo sería sobre “cosas del interior” o “insatisfacciones” que tiene respecto al relato, pero sin “censurarse”.
Audiard confesó que su acercamiento a México fue un proceso que le tomó más de “cuatro años de su vida”, un periodo en el que Emilia Pérez pasó de ser un “libreto de ópera” a una pieza cinematográfica en la que la trama pone su foco en ‘Manitas’, un capo de un cártel mexicano, interpretado por la actriz española Karla Sofía Gascón, que contrata a la abogada Rita Mora Castro (Zoe Saldaña) para emprender una transición de género.
Por ello, el director francés explicó que a una ópera no se le puede pedir que sea “absolutamente precisa y realista”, porque este género “no se dirige estrictamente al cerebro, una buena ópera es una que le habla al corazón”.
Ana Báez - Efe