Mujer encontró osito de peluche y lo puso en su ventana: no descansó hasta devolverlo a su dueña

hace 3 meses 21

En un gesto que habla del calor humano incluso en los días más fríos de Año Nuevo, Mary Ann McGruddy de Roxborough, Filadelfia (Estados Unidos), protagonizó una historia que conmueve corazones. Encontró un conejito de peluche abandonado en la calle Hilltown Tavern y lo colocó en la ventana de su hogar, esperando que alguien lo reconociera. Durante 24 horas, el juguete estuvo a la vista, esperando a su dueño.

“Si mi hijo perdiera su juguete de peluche favorito, no sé si alguna vez se recuperaría”, expresó McGruddy en una entrevista a NBC 10, reflejando la empatía que la motivó a actuar. 

Consciente de que el peluche podría tener un significado especial, McGruddy no escatimó esfuerzos y utilizó las redes sociales para buscar a la familia del peluche. Publicó en Facebook: “¡Bunny quiere irse a casa! ¿Estabas en Hilltown ayer (31/12) y tu hijo perdió a un amigo? Él está sano, salvo y seco, esperándote y asomando por la ventana de mi casa frente a HILLTOWN Tavern. Por favor comparte si sabes dónde vive Bunny”.

El esfuerzo dio sus frutos cuando la familia de Sarah, una niña de dos años, vio la publicación. “¡Qué éxito! ¡Bunny se reunió con Sarah, de dos años! ¡Su papá acaba de venir y recogió a Bunny! ¡El posteo que dejé en Hilltown funcionó!”, actualizó McGruddy en su cuenta de Facebook, visiblemente emocionada por el reencuentro.

Este acto de bondad resonó con muchos, incluyendo a la misma McGruddy, quien compartió una anécdota personal durante el reportaje. “Te dije que solía tener como un auto Hot Wheels sin el cual no podía dormir y dijiste: 'Eso se transmite en casi todas las familias'”, comentó el reportero, a lo que ella respondió: “Mi hijo tenía este perrito y ahora que tiene 47 años probablemente todavía lo tengo en algún lugar de mi casa. Se le habría roto el corazón si lo hubiera perdido”.

Esta historia no solo refleja un feliz desenlace sino también el vínculo universal con esos objetos especiales de la infancia. “Bueno, solo porque sé cómo son los niños, alguien no podría comenzar el Año Nuevo con preocupación por un juguete”, concluyó McGruddy, dejando una reflexión sobre la importancia de la compasión y el cuidado en la comunidad.

La Nación (Argentina) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.

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