Mina de oro Buriticá, en Antioquia, paró sus operaciones por ataque con explosivos de mineros ilegales

Zijin-Continental Gold denunció que en la madrugada de este viernes la mina de oro Buriticá, ubicada en el departamento de Antioquia, fue nuevamente víctima de un ataque armado perpetrado por organizaciones de minería ilegal. 

La empresa advirtió que este ataque no solo representa una grave amenaza para la seguridad pública local, sino también una interferencia significativa en el orden y las operaciones de minería legal en el territorio. 

El incidente ocurrió a las 2:47 de la mañana cuando las organizaciones de minería ilegal realizaron una irrupción violenta. 

A las 3:18 de la mañana lanzaron bombas de fabricación casera de alto poder contra las instalaciones subterráneas, lo que causó la destrucción grave de la subestación eléctrica y la inutilización de la fuente de energía de respaldo. 

Esto resultó en la interrupción de los principales sistemas de suministro eléctrico, comunicación, ventilación y drenaje. Por lo tanto, la compañía se vio en la obligación de tener la producción de oro en la mina.

Aunque no se reportaron lesiones a personas, la compañía aseguró que las acciones de los mineros ilegales han representado una amenaza directa a la seguridad de los 1.500 empleados y 2.500 contratistas, a las operaciones normales y al medio ambiente. 

La operación de la mina sigue siendo atacada con cilindros bomba, tatucos y disparos, con el único fin de ganar territorio al interior de la mina Buriticá.

"Los actos de violencia cometidos por los mineros ilegales no solo violan gravemente los derechos legítimos de nuestra empresa, sino que también perturban la seguridad pública y el orden económico de la región", aseguró Zijin-Continental Gold.

Además, la compañía manifestó que siempre ha operado de manera legal y conforme a las normativas, contribuyendo significativamente al desarrollo económico local y al bienestar de las comunidades. 

Solo en 2024, Zijin-Continental Gold pagó al Estado colombiano más de 100 millones de dólares en impuestos directos e indirectos, y generó aproximadamente 7.500 empleos directos e indirectos en Colombia. También promovió de manera voluntaria 32 proyectos comunitarios de infraestructura para mejorar la calidad de vida de la población.

De acuerdo con la empresa, las actividades ilegales de minería no solo perjudican el desarrollo sostenible de los recursos, sino que también amenazan gravemente la seguridad personal de los empleados y contratistas, la estabilidad laboral y la seguridad pública. 

Por lo tanto, hizo un llamado a las autoridades gubernamentales competentes a tomar medidas inmediatas para reforzar la seguridad en la región, combatir eficazmente a las organizaciones de minería ilegal y proteger los derechos legítimos de la empresa y sus empleados, contratistas y procesos de formalización minera.

La Asociación Colombiana de Minería (ACM) aseguró que este incidente en Buriticá no es aislado, pues en menos de un mes se han presentado tres ataques en operaciones mineras en diferentes puntos del territorio nacional, lo que evidencia un patrón de violencia sistemática, para controlar los recursos y perpetuar la ilegalidad en los territorios. 

"Es inaceptable que los grupos ilegales sigan actuando con total impunidad, poniendo en riesgo no solo la vida y la seguridad de los trabajadores, sino también la estabilidad económica de comunidades enteras que dependen de la minería legal. Estos ataques no solo buscan despojar al país de sus recursos, sino que también debilitar el orden institucional y la confianza en el Estado", afirmó Juan Camilo Nariño, presidente de la ACM.

Adicionalmente, el líder gremial le exigió al Gobierno Nacional tomar medidas inmediatas y contundentes, para garantizar la seguridad en zona y proteger las operaciones legales y la vida de los trabajadores. "Es necesario fortalecer la seguridad, combatir las redes criminales y garantizar la estabilidad en el territorio", agregó.