Millonarios decepciona y fracasa en la Copa Sudamericana: Once Caldas lo elimina y va a fase de grupos

hace 7 horas 50

Millonarios se estrelló contra el mundo. Fue incapaz de superar la serie a partido único contra Once Caldas en Manizales. No tuvo el traje para disputar el torneo internacional y perdió 1-0, y con esa derrota se marchó prematuramente de la Copa Sudamericana. El Equipo blanco se metió en la fase de grupos.

El partido fue de máxima tensión, y quizá por eso los equipos se cuidaron tanto, contuvieron sus ataques, jugaron a un ritmo lento, parco, por momentos aburrido. La afición del blanco quería ver a Dayro Moreno y Dayro no aparecía. La afición azul quería ver a Falcao y estaba en el banco. Leo Castro, titular, no brillaba mucho. La pelota no les llegaba a los goleadores.

El que pierda se va, era el mensaje desde los banquillos. Eso parecía, porque en la cancha lo que había era nervios. En la primera parte Millonarios hizo un poquito más de méritos para aspirar a ganar, se acercó con remates de media distancia. Incluso, se ilusionó con un penalti que en principio fue sancionado. Sander Navarro cayó en el área, Barrios lo atropelló abajo, el central dijo que sí, luego, tras ver el VAR, dijo que no. Gran polémica.

Once Caldas llegó poquito, carecía de agresividad. Barrios inquietaba de vez en cuando. La primera vez que el equipo de Manizales probó el arco rival, con remate de Zuleta, Montero se arrojó y demostró que aunque no le llegaran, estaba atento. La primera parte se fue extinguiendo sin muchas emociones. Bueno, hubo una última, antes de que se fueran al descanso a reflexionar por su parquedad, hubo un remate de Córdoba que exigió al portero Aguirre que se acostó y rozó la pelota. Eso fue todo.

En la segunda parte el DT azul, David González, movió su tablero. Mantilla fue a la cancha a ver si era el gran héroe. El reloj comenzó a avanzar como si corriera más rápido. La angustia descendió a la cancha, con todo su drama, porque el gol no llegaba ni de un lado ni del otro. Y cuando algo pasaba, se anulaba. A Castro le anularon un gol que se gritó en toda Bogotá. Previamente se pegó con Malagón y para colmo estaba adelantado. Nada que hacer. En el banco técnico azul, Falcao se frotaba las garras, quería entrar, pero aún no le tocaba.

Once Caldas despertó, se sacudió, se lanzó al ataque, llego e tres toques al área azul, Beltrán entró en carrera, recibió, se perfiló, la defensa de Millonarios se vio sorprendida, mirando desde atrás lo que parecía inevitable, el jugador de blanco lanzó su remate y aún se debe estar preguntando por que se le fue afuera.

Millonarios gasto sus últimas fuerzas, Córdoba tiró un centro lleno de veneno, la pelota zigzagueaba hacia la zona roja del área donde Jorge Cardona hizo un rechazo de esos que provocan desmayos, Casi es autogol. 

Fue un anticipo de lo que vendría: un ataque colectivo se desató en las tribunas cuando recibió un centro de costada, la defensa dormía, roncaba, miraba, admiraba, y Barrios remató y por fin puso a ganar al blanco blanco, 1-0. Iban 80 minutos, el estadio se sacudió, Barrios celebró como si ese gol lo fuera todo, y era mucho, era el que significaba la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores y dejó a Millonarios en el piso, destrozado, derrotado. 

PABLO ROMERO

Redactor de DEPORTES

@PabloRomeroET

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