“Me llamó y me dijo que lo iban a deportar. Luego lo vi en un video con el cabello rapado y arrodillado. Entonces, supimos que estaba en El Salvador y, de ahí, no más”, dice Blanca Daboin, madre de Cristopher Fonseca uno de los 245 venezolanos que, según denuncian sus familiares, están “secuestrados” en El Salvador tras la orden del presidente Donald Trump de enviarlos a una megacárcel del país centroamericano por considerarlos criminales.
Daboin contó a EL TIEMPO que, ante las precarias condiciones de vida en Venezuela, su hijo decidió cruzar la selva del Darién para ingresar ilegalmente a Estados Unidos. Una vez establecido en Texas, Cristopher se encontraba trabajando en construcción desde hace un año para mantenerla a ella y a su pequeña hija.
Sin embargo, esta madre insiste en que, en ningún momento, su hijo ha tenido vínculos con la red criminal del Tren de Aragua como lo ha justificado, sin pruebas, el gobierno estadounidense. Y que su hijo salió de Venezuela buscando un mejor futuro.
La paradoja ahora reside en que estos 245 venezolanos –que integran los 7,7 millones de migrantes y refugiados que han salido del país caribeño- ahora dependen del mismo gobierno del que huyeron para salir del temido Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
Miguel Sarre, exmiembro del Subcomité de las Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura, describe este centro de reclusión como “un moridero de concreto y de acero donde hay un cálculo perverso para eliminar a las personas sin aplicar formalmente la pena de muerte".
Y es que, según Acnur, de esos 7,7 millones de venezolanos que han migrado de su país, la mayoría salió forzado por la crisis económica que se desató desde que Nicolás Maduro asumió el poder en 2013 y que devino en la caída de más del 80 por ciento del PIB, mientras que otros más lo hicieron huyendo de la persecución política ejercida por el Gobierno.
Cárcel de El Cecot, en El Salvador. Foto:EFE
No importa que pasemos hambre, se nos vaya la luz o no tengamos agua, pero estamos unidos como familia, lo queremos aquí en nuestra casa
“Al final todos huyeron de Maduro porque si tú sales del país porque no tienes para comer, no puedes estudiar o te persiguen por pensar distinto, el único responsable es Maduro”, dijo a EL TIEMPO un activista de derechos humanos que prefirió el anonimato ante la ola de persecución en Venezuela.
Ahora estos migrantes se enfrentan a una realidad: volver a su país perseguidos y deportados por la administración republicana, además de ser estigmatizados como criminales.
“Rechazamos cualquier proceso de deportación contra personas necesitadas de protección internacional. En el caso de la comunidad venezolana, personas que han huido de la emergencia humanitaria compleja, la persecución política y la violación sistemática de derechos humanos”, publicó en su informe Derechos Humanos de Venezuela en Movimiento, una agrupación compuesta por ONGs y defensores que no dan sus nombres y se protegen bajo ese colectivo para evitar ser perseguidos por el chavismo.
Sobre estos deportados a El Salvador, la administración de Nicolás Maduro ha mostrado interés por defenderlos y para ello contrató un bufete de abogados que ya presentó un habeas corpus ante el país centroamericano para intentar obtener respuesta y repatriar a los encarcelados.
Una mujer participa en una manifestación para pedir por la liberación de los deportados. Foto:EFE
¿Qué dicen los expertos sobre los venezolanos deportados?
Para Ana Piquer, directora de Amnistía Internacional para las Américas, además del proceso ilegal que se ejecutó al enviar al Cecot a los venezolanos, la expulsión se hizo a pesar de una orden judicial que prohibía expresamente su traslado, lo que “representa no sólo un desprecio manifiesto de las obligaciones de Estados Unidos en materia de derechos humanos sino también un avance peligroso hacia prácticas autoritarias por parte del gobierno de Trump, como ignorar a un juez federal de Estados Unidos y ahora pedir su destitución. Además, es un peligroso apoyo a la punitiva agenda de seguridad del presidente Bukele”.
Por otro lado, Amnistía Internacional considera que la vida de los migrantes está en peligro debido al Estado de Excepción que está en vigor en El Salvador.
Por ahora, Estados Unidos no da muestras de querer liberar a los venezolanos. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Trump, reiteró esta semana en su visita al Cecot la advertencia en contra de los migrantes ilegales.
Nayib Bukele. Foto:X: @nayibbukele @grok
"Primero, no vengas a nuestro país ilegalmente. Serás expulsado y procesado. Y estas instalaciones son una de las herramientas que usaremos si cometes algún crimen contra estadounidenses", expresó Noem teniendo de fondo a un número grupo de presos tras las rejas, al parecer miembros de los Maras, pues todos estaban sin camisa y con sus tatuajes alusivos a la pandilla.
Pero volviendo a Caracas, todo el revuelo con la expulsión de los migrantes ha mostrado otra cara y es que el presidente Maduro ha aprovechado la ocasión para conectar con un alicaído electorado que asiste a las movilizaciones organizadas por el chavismo en las que grupos de música cantan, brincan y bailan “canciones revolucionarias”.
“Esto es culpa de María Corina Machado, del pelucón de Trump”, gritan los animadores mientras suenan canciones a favor de Maduro, aunque pocos de los presentes asienten.
La crisis, el factor clave de la migración venezolana
Los venezolanos no solían migrar, pero con la llegada de Maduro al poder, en el 2013, la economía se fue a pique y entre 2014 y 2015, de manera tímida, iniciaron los primeros movimientos migratorios.
El pico aumentó entre 2017 y 2018, agudizándose la crisis debido a las sanciones que impuso Estados Unidos contra el país vecino y su industria petrolera, mermando aún más los ingresos por concepto de exportaciones.
Familiares de los migrantes detenidos en El Salvador. EFE/ Miguel Gutiérrez Foto:EFE
La mayor parte de los migrantes y refugiados venezolanos optaron por destinos de América Latina, siendo Colombia el principal receptor de estos, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela , hasta noviembre del 2024, se contabilizaban 2,8 millones.
Por otro lado, el número de venezolanos que ha llegado a Estados Unidos en los últimos años ha ido en aumento, pero no hay cifras concretas debido a la irregularidad con la que ingresan. Según datos del Migration Policy Institute, hasta 2023, se calculaba que unos 770.000 venezolanos estaban en territorio estadounidense.
Los registros de las autoridades migratorias de Panamá dan cuenta que los venezolanos seguían siendo el mayor grupo que transitaba por la selva del Darién hasta finales de 2024.
Hasta septiembre de 2024, de 25.111 migrantes que cruzaron, más del 80 por ciento fueron venezolanos, el resto colombianos, ecuatorianos, chinos y decenas de otras nacionalidades.
Para la organización Refugees International, en su reciente informe, explicó que este aumento puede obedecer a la represión tras las elecciones del 28 de julio de 2024.
La mayoría de los familiares, cuyos hijos están ahora presos en El Salvador, contaron a este diario que estos cruzaron por la selva. Algunos tardaron hasta cuatro meses en llegar a Estados Unidos.
No obstante, bajo la administración de Joe Biden (2021-2025), alrededor de 600.000 venezolanos lograron obtener un Estatus de Protección Temporal (TPS) que les permitió regularizar su situación, al menos por dos años, y poder mejorar sus condiciones de vida.
Sin embargo, tras el regreso el pasado 20 de enero de Donald Trump al poder, su cruzada antiinmigrante dejó en riesgo, no solo a los migrantes indocumentados, sino a los regularizados con figuras como el asilo y el TPS debido a que el 1 de febrero de 2025, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, decidió cancelar el beneficio el cual tendrá vigencia hasta el 7 de abril, desde ese día podría incrementar la deportación de venezolanos.
Eso sumado a que el mandatario republicano promueve una cruzada antivenezolana alegando que todos los migrantes de dicha nacionalidad pertenecen a la banda criminal Tren de Aragua.
Las alarmas se encendieron aún más cuando 238 venezolanos fueron enviados sin previo aviso a El Salvador a compartir cárcel con los Maras en El Centro de Confinamiento del Terrorismo.
Familaires de venezolanos detenidos en El Salvador Foto:AFP
El plan de deportación de Trump a El Salvador sin debido proceso
Las deportaciones masivas fueron una promesa de Trump durante la campaña electoral, una apuesta que cautivó a muchos votantes y una oferta que se está materializando, pero que no es la primera vez que sucede en Estados Unidos.
“Quiero que se vayan, y los países deben recibirlos, y si no los reciben, no haremos negocios con esos países, y les aplicaremos aranceles muy sustanciales. Cuando envíen productos, tendrán aranceles sustanciales, y será muy difícil para ellos hacer negocios con nosotros”, dijo Trump a la revista Time en diciembre.
Las deportaciones masivas no son nuevas en Estados Unidos. Ya una operación similar se ejecutó en 1954, cuando el entonces presidente Dwight Eisenhower deportó a un millón de mexicanos en la “Operación Espalda Mojada”.
Para Kelvi Zambrano, coordinador de la ONG venezolana Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, lo más importante es respetar las garantías mínimas en estas deportaciones.
Zambrano colabora con las familias de Freinyel Reyes, José Marcano y Jesús Ortega, parte del grupo de los 238 venezolanos presos en El Salvador.
Kristi Noem. Foto:Néstor Gómez / CEET
La coalición introdujo una solicitud de medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en favor de los tres migrantes, quienes hasta este momento estarían en desaparición forzosa debido a que el Gobierno de Estados Unidos no ha informado oficialmente de quienes fueron enviados al Cecot, solo se conoce la lista difundida por CBS News y en la que los tres hombres aparecen.
Los otros testimonios de venezolanos deportados
También entre estos 238 detenidos está Mervin Yamarte, un joven que hace dos años dejó su humilde casa en el estado Zulia, fronterizo con Colombia, y aunque tenía pensado regresar a Venezuela, no se imaginó que sería engañado por las autoridades de Estados Unidos, quienes tras detenerlo le dijeron que el sábado 15 sería deportado a Caracas.
“No importa que pasemos hambre, se nos vaya la luz o no tengamos agua, pero estamos unidos como familia, lo queremos aquí en nuestra casa”, dijo a EL TIEMPO, Escarlet Yamarte, tía de Mervin quien trabajaba en el área de la construcción en EE. UU. y ocasionalmente jugaba fútbol, ganando dos trofeos en ese país.
La familia Yamarte reconoció a Mervin en las imágenes que El Salvador transmitió y en las que se veía a los hombres siendo humillados, puestos de rodillas y rapándoles la cabeza. El zuliano estaba junto a Ringo Rincón, Andy Javier Perozo y Edwuar Hernández, todos migraron juntos a EE. UU.
“Vamos a buscarlos, hasta el último lo vamos a buscar y los vamos a reincorporar en una Venezuela que tiene que crecerse, reverdecer, recuperarse plenamente”, dijo el fin de semana Nicolás Maduro, quien ahora tiene la pieza para destrabar la situación.
Para Katherine Romero, su hijo Wild Chirinos tiene que estar de regreso en Venezuela. “El viernes pasado me llamó y me dijo que lo iban a deportar y que lo habían hecho firmar un papel con la deportación. No tiene antecedentes penales en Venezuela, se fue por un mejor futuro”, narró Romero a EL TIEMPO.
Venezolanos deportados desde EE.UU. Foto:EFE
Piden mediación de Naciones Unidas por detenidos venezolanos en El Salvador
Este pasado miércoles 9 de abril, los familiares llegaron hasta la sede de las Naciones Unidas, en Caracas, a solicitar la mediación de la organización.
Las familias firmaron y entregaron un documento a Gianluca Rampolla, representante de la ONU en Venezuela. "Sabemos que están trabajando, pero también ellos (la ONU) tienen que saber que cada minuto, cada hora, cada día que pasa es un infierno para nuestros familiares y para nosotros", expresó Moreno.
Familiares piden mediación de la ONU Foto:EFE
Moreno representa a al menos 20 familias del estado Zulia, no todos pueden viajar constantemente a Caracas, debido a los costos que implica. Su hijo, Maikel Moreno, está en El Salvador.
"Estamos aquí para trabajar por los derechos de todos y de todas y vamos a trabajar por estos detenidos (…) para que se respete el debido proceso", fue una de las pocas cosas que dijo Rampolla al recibir a los familiares y luego hablarle a los periodistas.
ANA MARÍA RODRÍGUEZ BRAZÓN
CORRESPONSAL EL TIEMPO
CARACAS