Ante la posibilidad de ser deportados a una prisión de alta seguridad en El Salvador, migrantes venezolanos en el centro de detención de Bluebonnet, en Anson, Texas, se organizaron para formar la señal de SOS que fue captada desde las alturas.
El medio Reuters envío un dron no tripulado cerca del centro de detención y pudo captar como 31 hombres formaron las letras SOS en el patio de la instalación el pasado lunes.
La razón es que, días antes, decenas de detenidos de origen venezolano recibieron avisos en los que se les acusaba de ser miembros de la pandilla el Tren de Aragua, por lo que estarían sujetos a deportación expedita.
Cabe recordar que el presidente Donald Trump está utilizando la llamada ley de enemigos extranjeros para deportar, sin audiencia ante un juez, a presuntos miembros de bandas criminales como el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha, quienes, gracias a un acuerdo con el gobierno de El Salvador, son enviados a una prisión de máxima seguridad en el país latino.
No obstante, ya son varios los migrantes que denuncian haber sido clasificados como miembros de las pandillas por razones arbitrarias, como portar ciertos tatuajes.
De hecho, en esta circunstancia en particular, familias de siete detenidos aseguraron a Reuters que los migrantes no son pandilleros, por lo que se negaron a firmar los documentos que las autoridades les proporcionaron.
A pesar de lo anterior, según información del medio, el viernes 18 de abril fueron subidos a un autobús con destino al aeropuerto Regional de Abilene. Pero su deportación fue detenida gracias a que la Corte Suprema emitió una orden para suspender temporalmente las expulsiones.
No obstante, los venezolanos todavía enfrentan la posibilidad de ser enviados a El Salvador a donde ya han sido llevados al menos 137 migrantes.
Deportaciones de migrantes a El Salvador están detenidas
Esta semana la Corte Suprema estadounidense ordenó a la administración federal no deportar a los venezolanos que se encuentran detenidos en el centro de Bluebonnet.
La decisión se tomó gracias a una apelación interpuesta por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que denunció que se estaban violando los derechos de los migrantes.