El escritor Mario Vargas Llosa, fallecido a los 89 años, vivió una etapa decisiva de su carrera literaria en Barcelona entre 1970 y 1974.
Durante esos años, la capital catalana fue el núcleo del ‘boom’ latinoamericano y desempeñó un papel fundamental en su proyección internacional, gracias al impulso de figuras como la agente literaria Carmen Balcells y el editor Carlos Barral.
Vargas Llosa se instaló en el distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi con su esposa Patricia y sus dos hijos, y durante esa etapa nació su hija menor, Morgana.
El premio Nobel de Literatura falleció a los 89 años de edad. Foto:EFE
La llegada a Barcelona fue promovida por Carmen Balcells, quien lo convenció de abandonar su trabajo universitario en Londres para sumarse al vibrante ecosistema literario e intelectual que se gestaba en la ciudad.
Aunque ya era autor de obras reconocidas como 'La ciudad y los perros' (1963), 'La casa verde' (1966) y 'Conversación en La Catedral' (1969), el contexto barcelonés —en los últimos años del franquismo— fortaleció su red de contactos, su visibilidad internacional y su experimentación artística.
Vargas Llosa compartió esa atmósfera con otros escritores latinoamericanos como Gabriel García Márquez, quien vivía a poca distancia.
El autor peruano evocó con frecuencia esa etapa como una época de "trabajo, optimismo y esperanza". En un homenaje que se le rindió en 2012 en el Círculo del Liceu, recordó cómo el dinamismo y la efervescencia cultural de la ciudad lo marcaron profundamente: “Respirar esta atmósfera era estimulante”.
Mario Vargas Llosa, Patricia Llosa, Pilar Serrano, José Donoso, Mercedes Barcha y Gabriel García Márquez en Barcelona, a principios de los setenta. pic.twitter.com/xLAdCxfnMb
— Dulce María Ramos (@DulceMRamosR) April 14, 2025También dedicó palabras de gratitud a Carlos Barral, editor que confió en su talento al recibir el manuscrito de 'La ciudad y los perros', y a quien describió como una figura culta, provocadora y generosa. Vargas Llosa reconoció que su vida cambió gracias al entusiasmo y el apoyo del editor.
La huella de Vargas Llosa en Barcelona fue recíproca. El entonces conseller de Cultura Ferran Mascarell expresó en su momento: “Creo que puedo expresar que los catalanes, en general, te amamos mucho, de modo profundamente entrañable”.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de EFE.*
JOS GUERRERO
EQUIPO ALCANCE DIGITAL