Manuela Echeverri: la artista que lleva la diversidad cultural y el símbolo del latido universal a sus obras

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Las obras de Manuela Echeverri han viajado de Santa Marta a Ibagué y durante abril y mayo, estarán en Cartagena, para exhibir Esporas, su más reciente creación. 

Se trata de una exposición individual que la artista hará en el Museo de Arte Moderno de Cartagena - Enrique Grau (Cl. 31 #69b-69), hasta el 29 de mayo. Quién desee pasar a ver los 13 cuadros en gran formato realizados con carboncillo o las tres esculturas ubicadas en la calle, lo podrá hacer de martes a viernes desde las 11:00 a. m., hasta las 6:00 p. m. o sábados y domingos desde las 11:00 a. m., hasta las 5:00 p. m.

Esta es una muestra itinerante, curada por el crítico de arte e historiador Miguel González, que reúne 16 obras que abarcan diversas técnicas, desde instalaciones y esculturas de corazones con las que el público puede interactuar, hasta detallados dibujos al carboncillo. 

Obra en carboncillo

La obra Tradición del Litoral, honra la herencia viva de nuestras comunidades costeras. Foto:Museo de Arte Moderno - Enrique Grau

Las piezas reflejan la profunda sensibilidad y compromiso social de Echeverri, quien ha encontrado en Cartagena no solo su hogar, sino también el epicentro de su creación artística y labor comunitaria. "A través de Esporas quiero invitar a una reflexión profunda sobre nuestra diversidad cultural, la conexión entre los seres humanos, naturaleza y la fuerza silenciosa que habita en los territorios olvidados. Pero más que nada, es una oda a la niñez como semilla de la vida y de las transformaciones futuras. Los niños, con su mirada limpia, nos recuerdan la esperanza, la resiliencia y la posibilidad de regenerar el mundo que habitamos”, dijo la artista plástica. 

Para la artista, el corazón, es el símbolo del latido universal que nos une a todos. En Esporas, el corazón aparece como una metáfora del ciclo vital, de la interconexión entre los seres humanos y la naturaleza. Más allá del órgano físico, representa esa fuerza invisible que mantiene el movimiento. 

A pesar de las adversidades y desafíos que ha enfrentado Colombia, Echeverri exalta en sus piezas la belleza y dignidad presentes en la capacidad de resistencia y resiliencia de las comunidades que representa. Sus dibujos e instalaciones destacan miradas llenas de fe, sonrisas y la presencia infantil como semilla de un futuro prometedor. 

Sus esculturas celebran la existencia humana como un todo interrelacionado, donde el corazón se convierte en símbolo unificador y fuente de esperanza. “El carboncillo tiene algo muy íntimo y esencial. Me conecta con lo primigenio, con esa primera forma de expresión que muchos conocemos desde la infancia. Me gusta porque es vulnerable y poderoso al mismo tiempo. Además, me permite crear una cercanía con el espectador sin barreras técnicas ni estéticas”, añadió la artista.

Obra de arte

Obra Conrazón, una pieza que encarna la potencia del amor colectivo y la memoria. Foto:Museo de Arte Moderno - Enrique Grau

Su compromiso trasciende el arte; a través de la Fundación MÁS, ubicada en La Boquilla, Cartagena, ofrece formación en artes, danza, música y manualidades a cientos de niños de la comunidad, algunos de los cuales están representados en sus obras.

“Mi deseo es que Esporas siga germinando, encontrando nuevos suelos fértiles para dialogar con distintas audiencias, generar preguntas, conectar historias y, sobre todo, amplificar las voces de los niños y las comunidades que merecen ser escuchadas”. Comentó Echeverri.

María Jimena Delgado Díaz

Periodista de Cultura

@mariajimena_delgadod

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