La mañana del lunes, un macabro hallazgo conmocionó a los habitantes del barrio Juan XIII, en el municipio de Malambo, área metropolitana de Barranquilla.
El cadáver de un hombre, amarrado y envuelto en bolsas negras, fue encontrado en una zona enmontada cercana a la carrera 1A con calle 21.
El cuerpo fue descubierto por un residente del sector que transitaba por la vía y alertó de inmediato a las autoridades.
Al llegar al lugar, los agentes confirmaron que la víctima presentaba signos de violencia en el rostro y tenía un trapo dentro de la boca, lo que refuerza la hipótesis de que fue sometido a un ataque brutal antes de su muerte.
La Policía mantiene los operativos en las calles de Malambo. Foto:Policía
La víctima no ha sido identificada
El hombre no ha sido identificado, por lo que su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses para realizar los procedimientos de identificación y determinar las causas exactas del deceso.
Vecinos del barrio expresaron su consternación ante el hecho y pidieron mayor presencia de las autoridades para garantizar la seguridad en la zona.
Este caso se suma a los problemas que enfrenta el municipio en materia de seguridad, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar las investigaciones y reforzar las medidas de control en áreas vulnerables.
La Policía Metropolitana aseguró que ya se adelantan pesquisas para esclarecer el crimen y dar con los responsables. Además, hizo un llamado a la comunidad para que entregue información que pueda contribuir al avance de las investigaciones.
Sigue la guerra urbana en toda el área metropolitana
Arturo García Medrano, expersonero de Barranquilla y analista de casos de criminalidad ha explicado que este tipo de asesinatos hacen parte de la guerra que se vive en el área metropolitana de Barranquilla.
“Este escenario de guerra urbana debe indicarle a la sociedad civil y a las autoridades que realmente algo está pasando en la modalidad de la violencia urbana, que no es nueva y que para llegar a los niveles de las estadísticas que presentamos, contrario a lo que algunos afirman, no es una situación novedosa”, sostuvo el experto en seguridad.
Las primeras versiones entregadas por testigos dan cuenta que el hombre además de tener signos visibles de tortura tenía un trapo rojo en la boca.
Este hecho generó especulaciones sobre posibles ajustes de cuentas entre grupos criminales que operan en la zona.
Las autoridades investigan si este homicidio está relacionado con alguna disputa por el control territorial o el tráfico de estupefacientes.
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