‘Los Primos’: de brazo armado del ‘Clan del Golfo’ a nueva amenaza criminal en Magdalena

hace 5 horas 12

Lo que comenzó en Magdalena como una célula del Clan del Golfo, encargada de extorsionar, traficar droga y asesinar por encargo, se ha convertido en una organización con poder propio.

Los Primos, un grupo delictivo cuyos cabecillas son familiares con lazos sanguíneos, han traicionado a sus antiguos jefes y ahora se venden como un nuevo actor criminal en Magdalena.

Su ascenso ha estado marcado por la violencia extrema, el reclutamiento de menores y una feroz guerra contra quienes alguna vez los financiaron.

La policía aún no ha identificado con precisión a sus cabecillas , pero las labores de inteligencia indican que el liderazgo recae sobre miembros de una misma familia.

Los Primos Magdalena

La banda criminal Los Primos viene sembrando el temor en Magdalena. Foto:Tomada de redes sociales

“Son primos que se criaron juntos en el delito y han decidido escalar dentro del mundo criminal”, señala un investigador de la Sijín, quien advierte que la disputa con el Golfo y Los Pachencas por el control territorial ha desencadenado un baño de sangre en varios municipios del departamento.

Una guerra sin tregua

‘Los Primos’ han crecido con rapidez, aprovechando información privilegiada obtenida durante su vínculo con el ‘Clan del Golfo’. 

Con acceso a rutas de narcotráfico y listas de comerciantes, ganaderos, palmeros y bananeros susceptibles de extorsión, han montado su propio imperio criminal.

Su accionar violento no tiene límites. Expertos en seguridad advierten que la estructura ya cuenta con al menos 30 hombres en armas, incluyendo menores de edad reclutados bajo engaños y presiones económicas.

La crueldad con la que operan ha estremecido a la población. Su primer crimen mediático fue el descuartizamiento de un hombre, cuyo cuerpo estaba metido en una cava que dejaron abandonada en Fundación. Un mensaje de terror que anunciaba su llegada.

Los Primos Magdalena

Uno de los crímenes más sonados fue el de una persona que descuartizada. Foto:Captura de video

Desde entonces, su presencia se ha expandido en Fundación, Algarrobo, Aracataca, Chibolo y la Zona Bananera, con un especial fortalecimiento en Pivijay

Este municipio ha sido escenario de una escalada violenta sin precedentes: ocho personas han sido asesinadas en menos de dos semanas, muchas con carteles sobre sus cuerpos advirtiendo que no cesarán hasta desterrar a sus enemigos.

Un comerciante de Pivijay, bajo reserva de identidad, describe el miedo que se vive: “Aquí ya nadie sabe con quién hablar ni a quién pagar. Unos días te amenazan los del Golfo y al otro los de Los Primos. Si uno se equivoca, la vida corre peligro”.

El miedo se apodera de la comunidad

El terror se extiende a todos los ámbitos. En Medialuna, corregimiento de Pivijay, un panfleto firmado por Los Primos ordenó el cierre de comercios bajo amenaza de muerte.

La población acató y el pueblo se convirtió en un escenario desolado. “Parecía un cementerio, ni los perros salían a la calle”, cuenta un residente.

Los enfrentamientos no solo ocurren entre bandas. La osadía de Los Primos ha llegado al punto de enfrentarse a la Policía a plena luz del día.

“No les importa nada, se pasean armados y disparan sin miedo”, afirma un líder comunitario.

Los grafitis con su nombre comienzan a aparecer en fachadas y muros, marcando territorios y dejando mensajes de sometimiento.

La incertidumbre ha hecho que muchas familias opten por marcharse. “Estamos atrapados en una guerra que no es nuestra, pero nos afecta todos los días”, dice una habitante de Pivijay, madre de dos niños.

Respuesta del gobierno y la fuerza pública

Los uniformados realizaban el proceso de rutina de mantenimiento y limpieza de sus armas de dotación.

Las autoridades anuncian medidas por estos hechos. Foto:AFP

Ante la gravedad de la situación, la Policía ha intensificado sus operativos en Magdalena. En los últimos días, se han capturado varios integrantes tanto del Clan del Golfo como de Los Primos, incautando armas de fuego, municiones y droga. Sin embargo, la población sigue exigiendo mayor seguridad y acciones contundentes para frenar la violencia.

El gobernador Rafael Martínez se pronunció con firmeza: “No permitiremos que ningún grupo ilegal siembre miedo en la población. Apenas terminen los carnavales, tomaremos medidas drásticas para desterrar a estos criminales. No cederemos ante el miedo ni la intimidación”.

A pesar de las promesas oficiales, la comunidad sigue en vilo. El temor a represalias, el control territorial de las bandas y la impunidad en muchos casos generan dudas sobre si la guerra podrá frenarse. Por ahora, la disputa entre Los Primos y el Clan del Golfo continúa tiñendo de sangre las calles de Magdalena.

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Roger Urieles

Para EL TIEMPO Santa Marta

En X: @rogeruv

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