Caminando por las calles de Medellín con maletas alusivas a la bandera de Venezuela fue como los habitantes de la ciudad fueron testigos del flujo migratorio que vivieron los ciudadanos del país vecino, que llegaron buscando un mejor futuro, hace ya más de diez años.
La misión para algunos de ellos era encontrar un lugar en la capital antioqueña para empezar de cero por fuera de sus hogares, mientras que para otros era solo el comienzo de una travesía que los llevaría hasta la región del Urabá para adentrarse en la ‘respetada’ selva del Darién y continuar el recorrido hasta Estados Unidos.
Migrantes. Foto:EFE
En ese país norteamericano las cosas han cambiado para los migrantes latinos con la segunda llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca. Debido a su política migratoria, algunos de esos migrantes que pasaron el Darién con lo poco que les cabía en sus maletas comenzaron a retornar. A Necoclí, Antioquia, están llegando diariamente entre 40 y 50 personas que vienen de vuelta.
Este nuevo fenómeno migratorio que se está presentando ha sido denominado por las autoridades panameñas flujo migratorio inverso, a través del cual, según el propio presidente José Raúl Mulino Quintero, solo en el mes de febrero ingresaron desde la frontera con Costa Rica más de 2.000 migrantes a Panamá.
Prueba de ello fue lo sucedido el pasado 22 de febrero, cuando el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá reportó que una embarcación con 21 personas a bordo, cuya mayoría eran migrantes colombianos y venezolanos, había naufragado en aguas cercanas a la comunidad de Mansucum, en la comarca Guna Yala.
De acuerdo con el reporte oficial, la lancha hacía parte de uno de los tres grupos que salieron del puerto de Llano Cartí con destino a La Miel, en Puerto Obaldía. Dos de estos grupos habían suspendido el viaje por las condiciones adversas del mar, mientras que un maquinista desatendió la advertencia y continuó la ruta.
Migrantes Foto:César Melgarejo
“El suceso ocurrió en el contexto del flujo migratorio inverso, activándose de inmediato los protocolos de emergencia con unidades de la Brigada Caribe (...). La embarcación Abdom transportaba 21 ocupantes; se rescató a 20 personas y se confirmó el fallecimiento de una menor de 8 años de nacionalidad venezolana”, se lee en el reporte.
Frank Ábrego, ministro de Seguridad Pública de Panamá, durante una conferencia de prensa precisó que la gran mayoría de personas que están retornando son ciudadanos venezolanos que, debido a que no existe una carretera entre Centroamérica y Colombia, están haciendo uso de medios acuáticos.
Según el ministro, algunos de ellos lo han estado haciendo de manera irregular o clandestina, contratando directamente los botes a través de páginas web que les ofrecen el servicio, poniendo en riesgo sus vidas.
“Las autoridades han tomado las medidas pertinentes porque se está produciendo un flujo inverso, el que anteriormente iba desde el sur al norte del continente. Hoy, debido al cambio de las leyes migratorias en Estados Unidos, se está produciendo del norte hacia el sur”, comentó el ministro.
Arles Pereda, presidente de la Colonia Venezolana en Colombia, cuenta que los retornos se están reportando desde México hasta Costa Rica y, por la ubicación estratégica de Colombia, los migrantes deben ingresar al país para seguir su recorrido.
“En Costa Rica se ha identificado población que está retornando. En casi todos los países de Centroamérica están reportando el retorno. Este flujo no es exclusivamente a Colombia, sino que algunos regresan a Venezuela, otros van hacia Chile o hacia Perú. Obviamente hay otros que se quedan en el país, pero todos tienen que entrar por Colombia”, detalla el líder venezolano.
La decisión de seguir hacia el sur del continente, explica Pereda, es por un tema de documentación. Muchos ya tenían permisos de trabajo en Ecuador, Perú y Chile, lo que no lograron en su paso por Centroamérica, pues, por ejemplo, en México, no existe un proceso migratorio de permanencia.
“Ellos no tienen ningún proceso y no tienen la intención de generar programas para que la población se quede trabajando en México. Por eso toman la decisión de viajar más al sur. El trayecto es largo, no todos lo están haciendo. Hay unos que retornan voluntariamente por medio de Venezuela con los vuelos y otros no quieren regresar por seguridad”, concluyó.
Migrantes se reúnen afuera de un refugio en El Paso, Texas. Foto:AFP
Dinámica en el Urabá
Habitantes del municipio de Acandí, Urabá chocoano, al ser consultados sobre este nuevo flujo migratorio, indicaron que desde hace por lo menos un mes se ha visto el ingreso de personas provenientes de Panamá. Este ingreso se está haciendo después de haber salido de Colón, llegando a Puerto Obaldía, frontera con Colombia, e ingresando a Capurganá, Chocó. Desde allí están tomando lanchas que los llevan hasta Necoclí o Turbo, en el Urabá antioqueño.
Karin Arriaga, personero de Acandí y quien ha estado atento al flujo migratorio en el municipio, cuenta que la comunidad sí le ha informado sobre el ingreso de estas personas, pero hasta el momento no se ha presentado ningún represamiento. “He escuchado lo de la operación, pero por Capurganá. Si bien es uno de los corregimientos de Acandí, lo están haciendo por la frontera, es decir, por el paso colindante con Capurganá”, indicó Arriaga.
Ante esa situación, la Personería tiene encendidas las alarmas porque el municipio no cuenta con una capacidad de respuesta en caso de que los retornados decidan quedarse en el territorio esperando recoger dinero para cruzar el golfo de Urabá y continuar su camino.
“Es una situación que prende alertas porque, aunque los dirigentes del municipio tengan toda la intención de querer brindar una respuesta a todo el flujo migratorio, realmente es que no hay cómo”, concluyó el representante del Ministerio Público.
Este flujo migratorio inverso ya tocó tierras antioqueñas, donde, según las autoridades de Necoclí, diariamente están retornando entre 40 y 50 personas al municipio. Los fines de semana son los días de mayor flujo. Hasta el momento, estos ciudadanos están saliendo inmediatamente para su próximo destino.
Entre los retornados que han llegado a Antioquia desde Chocó se encuentran ciudadanos de nacionalidad venezolana, boliviana, ecuatoriana y peruana.
LAURA ROSA JIMÉNEZ VALENCIA
Corresponsal en Medellín