Los hijos y los nietos, felices... (Último tango)

hace 3 horas 10

Ya está. Jhon Jáder Durán se va a Arabia Saudita. El Al Nassr pone 77 millones de euros más 13 en objetivos (seguramente alcanzables) y el corpulento delantero deja el Aston Villa. Se va a compartir ataque con Cristiano Ronaldo y Sadio Mané. El traspaso ha generado un gran debate: ¿está bien…? ¿está mal…? Está bien porque representa la máxima transferencia de la historia de un futbolista colombiano, lo que valoriza a todos los futbolistas del país. Está mal porque con semejante juventud ya lleva dos temporadas en la Premier League, la meca de todo jugador, y la deja para ir a un destino que, para muchos, es un cementerio de futbolistas.

Está en la edad perfecta para descollar y ser una luminaria en el escenario soñado por todos. Se baja para convertirse en un ultramillonario, pero ya no estará en la élite. Quienes despertaban temprano los sábados o domingos para ver los partidos del Aston Villa con la ilusión de gritar un gol suyo ahora podrán dormir un par de horas más.

Jhon Jader Durán a Arabia Saudí: entre la gloria y la fortuna

Las redes sociales atraparon miles de comentarios. Los contra usaron hasta la palabra “mercenario”. Otros, menos extremistas, escribieron “decepcionante”. Y los pro (menos futboleros, por cierto), aprobaron con “felicitaciones”, “adelante”. Hay que entender que es una decisión absolutamente personal y respetable. De la mejor fuente, el Al Nassr pagará a Durán 35 millones de euros por año, 2,9 millones por mes, 96.000 por día, 4.000 por hora… Eso, durante cinco años y medio, o sea 192,5 millones totales. Una operación brutal, una megatransferencia reservada a supercracks. Cuando a uno le ponen enfrente un contrato de tales proporciones y sólo tiene que firmar, seguramente le tiemblan las piernas. Es muy difícil decidir, y más cuando acabas de cumplir 21 años.

Es más de lo que ganó nunca James Rodríguez, más de lo que gana el propietario de cualquier banco de América Latina, más de lo que perciben, enteros, los planteles de la mayoría de los clubes de nuestro continente. Estamos hablando de un jugador joven, potente, técnico y con carácter, con un potencial excepcional, pero que en seis años de actuación marcó apenas 38 goles, no ha sido campeón y no es titular ni en el Villa ni en la Selección Colombia. Y no lo estamos demeritando, son datos de la realidad.

Dos opiniones de lectores de El Tiempo reflejan la polarización respecto a esta transferencia, que será inolvidable: “Lo de Duran es natural, es nuestra mentalidad. Por eso no tenemos ni tendremos nunca el nivel para ser campeones de nada. Pues nuestros jugadores juegan por plata no por gloria”, critica Alberto Farfán. En un punto diametralmente opuesto, Juan F. Yeped manifiesta: “Jhon, por favor, no lo piense dos veces, esta oportunidad es única y le garantiza un futuro a usted y a su familia!! El futbol es temporal, lesiones y situaciones fuera de su control pueden estar a la vuelta de la esquina. Disfrute cada minuto en Arabia”. La aprobación, únicamente basada en el dinero, gana por amplia mayoría. Realizamos un sondeo en Twitter y el resultado es claro: 63,2% se inclinó por la opción “Muy bien, será millonario”; el 36,8 restante votó por “No, es una gran decepción”.

Está claro que lo deportivo se querella contra lo económico, no al revés. “Va a jugar con Cristiano Ronaldo, puede aprender”, dicen unos. “Y a los 25 años puede volver a Europa”, agregan otros. No, en rigor, a los 27 años y medio. Que debería estar en plenitud total. Si el propio Cristiano sigue goleado a los 40 (los festeja el martes) y Lewandowski lidera a los goleadores en España cercano a los 37… El tema es que justo ahora Jhon Jáder está en el momento justo de subir al estrellato, para que su silueta se refleje en la Luna… Y se va al desierto…

Para Aston Villa es un negocio brillante, aunque no quería hacerlo.

El grueso de quienes están de acuerdo se apoya en una idea: “Asegura su futuro y el de su familia. Con esa plata no tendrán que trabajar ni sus hijos ni sus nietos”. Agregamos bisnietos y tataranietos. Ahora bien, ¿quién instaló eso de que un atleta debe jugar para que no trabajen ni sus nietos…?

 El objetivo de un deportista es trascender, triunfar, conquistar títulos con sus clubes y su selección, ganar prestigio, llegar a la cima, dejar un legado, una imagen, quedar en la memoria de los hinchas. Aparte, Jhon Jáder ya es millonario, cobra 75.000 libras a la semana, unos 93.513,75 dólares cada siete días. O, expresado de otro modo, 4.862.715 dólares anuales. Cuando terminara el vínculo con Aston Villa (también en junio de 2030) iba a tener un acumulado de 36.470.362 dólares. Da para tener el autito y la casita. ¿Cuánto se necesita para blindar el futuro de una familia…?

La pregunta es ¿acertó…? Solo el tiempo lo dilucidará. ¿Volverá a Europa en 2030…? ¿El dinero lo relajará…?

A los 21 años, Jhon Jáder ya ha sido objeto de tres transferencias importantes: de Envigado al Chicago Fire (1.700.000 euros), de allí al Aston Villa (20,15 M€) y ahora esta. Por eso uno se pregunta: ¿por qué nunca fue titular para Unai Emery…? ¿Por qué tan pocos minutos con Néstor Lorenzo…? Apenas 5,8 partidos sumando todas sus entradas.

Para Aston Villa es un negocio brillante, aunque no quería hacerlo. “El jugador se quiere ir”, declaró Unai Emery, no dejando ninguna duda: Durán estuvo de acuerdo, presionó. Y cuando es así el club no puede hacer nada. La pregunta es ¿acertó…? Solo el tiempo lo dilucidará. ¿Volverá a Europa en 2030…? ¿El dinero lo relajará…? ¿Encontrará en Arabia el nivel que le permita pelear un puesto en la selección…? ¿Se llevará bien con CR7…? Sabemos del ego estratosférico de Cristiano y de las pocas pulgas de Jhon Jáder. Son personalidades fuertes. El paisa no va a ir a jugar para el portugués. Un pase no dado, Cristiano que levanta los brazos protestando y pueden saltar chispas.

Exhumamos el derrotero Neymar, que, atraído por el oro del PSG, en lugar de quedarse en Barcelona a ganar campeonatos con Suárez y Messi prefirió partir. Su huida a París fue desastrosa. Se apagó su luz, sufrió el hacha de una liga físicamente impiadosa, se llenó de lesiones. 

Jhon Durán

Jhon Durán Foto:Al Nassr

No pudo ganar la Champions, que para eso lo llevaron, ni el Balón de Oro. Y esa malaria se prolongó en la Selección Brasileña. Sus registros anuales, que en los tiempos buenos eran de 43 goles, 42, 39, comenzaron a bajar dramáticamente a 28, 23, 19, 17, 13, sin contar los prolongados períodos de inactividad. Cuando prevalece el dinero por sobre los sueños, algo falla. Ahora acaba de volver al Santos cantando el tango de Cadícamo. “Vuelvo vencido a la casita de mis viejos, cada cosa es un recuerdo que se agita en mi memoria”.

La contrafigura de ambos casos es Erling Haaland, que hace dos semanas rubricó un nuevo acuerdo con el Manchester City por diez años. No es todo por dinero. Seguramente le han garantizado un proyecto deportivo ganador, con Guardiola al frente y compañeros de jerarquía para pelear por todo. 

Semejante renovación -hasta 2034- en un goleador consagrado, por el que harían cualquier esfuerzo el Real Madrid, el Barcelona, el Bayern, el Arsenal, el mundo árabe o la MLS significa “me quiero quedar, soy feliz aquí, no estoy desesperado por irme a otro club, deseo ganar más títulos con el City, quiero devolver el cariño con goles…” Seguirá en el Olimpo. Messi mismo, cuando el Barcelona le cerró la puerta en la cara, lloró, se bajaba el sueldo un cincuenta por ciento con tal de quedarse. Porque el Barça es el escalón más alto. Igual iba a ganar.

Pero son decisiones… Cuando alguien te sienta a una mesa y te dice “firme acá, hay 192 millones para usted…”

Jorge Barraza

Para EL TIEMPO

Último tango

@JorgeBarrazaOK

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