Después de la pandemia, parece que en Colombia las personas están decididas a cantar y bailar todas las canciones que no pudieron disfrutar durante el encierro. En las calles, eventos y conciertos, el entusiasmo es palpable. Por eso, cada vez son más frecuentes los ‘sold outs’ en escenarios como el Movistar Arena o El Campín. La variedad de artistas que llegan al país ha crecido, y las empresas organizadoras se las ingenian para complacer a fans de todos los géneros musicales.
Breakfast Live es una de las empresas que se ha dedicado a la producción de eventos. Comenzó a operar hace un año, tras la unión entre Breakfast Club —con más de diez años de experiencia en la industria del entretenimiento— y TBL Live, una productora colombiana de espectáculos en vivo creada en 2018.
En tan solo un año, y aprovechando la experiencia de sus fundadores, esta nueva compañía ha demostrado ser competente en la industria. Ha comprendido los retos que implica producir eventos como Tomorrowland Core, La Solar, y conciertos de artistas como Los Tigres del Norte, Juan Luis Guerra, Morat y Toto, llevando al público lo mejor de la música en vivo.
Esto, en un sector que no solo ha cobrado relevancia por los artistas que hoy centran su atención en Colombia, sino también por su contribución al crecimiento económico de Bogotá y del país. Un ejemplo de ello es que la capital generó, en 2024, un impacto económico total de 328.000 millones de pesos, lo que representa aproximadamente el 0,16 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad en el primer semestre del año
Esto también demuestra cómo han evolucionado las empresas organizadoras de grandes conciertos a lo largo de los años. En el caso de Breakfast Live, la compañía ha implementado nuevas estrategias; una de ellas fue nombrar a Andrea Valencia como gerente general. Ella le contó a EL TIEMPO los pormenores de la industria, los retos del sector y cómo debe proyectarse una empresa joven, pero con impulso, para competir con los gigantes del entretenimiento
Andrea Valencia, gerente general de Breakfast Live. Foto:Breakfast Live
¿Qué retos implica liderar una empresa que busca crecimiento en la industria del entretenimiento?
Uno de los principales desafíos es mantener un crecimiento sostenible y rentable para la compañía, para convertirnos en la más valorada de la industria, algo que en este negocio no es tan fácil. Los márgenes de rentabilidad que tienen los promotores de eventos son muy bajitos y los riesgos son muy altos, así que nos enfocaremos en ello.
También se debe trabajar mucho en el crecimiento de las audiencias. Breakfast Live nació hace un año, pero está apoyada en dos compañías que nos unimos (TBL y Breakfast Club), con sus propias audiencias. La idea es trabajar mucho más en la construcción de esas audiencias, elevarlas, seguir construyendo sobre nuestra base de nuestro lema, que es "somos fans de los fans". Eso también implica conocer más a las audiencias para saber qué quieren, cómo lo quieren, qué sienten cuando van a nuestros eventos.
¿Cómo está la situación con los festivales?
Tenemos en este momento varios festivales: La Solar, Ritvales, Core de Tomorrowland, y el Festival de la Leyenda Vallenata. Lo que estamos buscando es precisamente seguir transformando los festivales y llevarlos a un siguiente nivel. No es un secreto que a nivel mundial los festivales están sufriendo una crisis y queremos estar preparados e ir transformando los grandes eventos a conceptos exclusivos y diferentes.
También es necesario apostar por talento nacional, que lo hemos hecho desde hace rato. Hemos impulsado a artistas a presentarlos al Movistar Arena, y también empezar a integrarlos dentro de nuestros festivales.
Empezaremos a hacer un proceso de expansión también en otros países. Finalmente, queremos ser la compañía o la promotora con la que todos quieren trabajar, convertirnos en los mejores aliados para todos, siempre siendo cumplidos, con una red de contactos importante, con trabajo en equipo.
Conciertos llenaron los estadios este año Foto:Sergio Acero / EL TIEMPO
¿Cómo las promotoras se adaptan a las crisis, especialmente en venta de boletería?
En momentos de crisis, uno empieza a pensar en qué invierte y en qué no. Además, hoy hay tanta oferta de eventos que la gente se ve obligada a escoger. Factores como el precio, las facilidades de pago y la anticipación en la planeación de los eventos se vuelven claves. Tratamos de tener diferentes etapas de venta, métodos de pago alternativos y opciones de ahorro. Ahí es donde Tu Boleta, nuestra aliada, es clave. Ellos nos ayudan a ofrecer medios de pago diversos, ahorro programado y mecanismos que facilitan el acceso a los eventos.
En Colombia, el consumo de entretenimiento ha cambiado. Hoy es parte fundamental de la vida, especialmente entre los jóvenes. Ir a conciertos y festivales es parte de su bienestar, incluso de su salud mental. Nos dan felicidad. Por eso debemos hacer un esfuerzo por mantener precios accesibles, aunque sea difícil. Nos afectan el dólar, el costo de los artistas —que cada vez están más valorados—, y las producciones —que son más grandes y costosas—.
¿Qué tiene que hacer una empresa para posicionarse en la industria con tan poco tiempo, como lo ha hecho Breakfast Live?
Esta industria es muy cerrada y competida. Nosotros somos promotores independientes, no pertenecemos a grandes grupos económicos mundiales, así que no ha sido fácil. Pero la suma de las trayectorias de las dos compañías nos ha ayudado. Somos empresarios que cumplimos, que trabajamos de la mano con los artistas y sus agencias, y que nos preocupamos por los fans y por ayudar a los artistas a crecer. Al final, los promotores somos el puente entre el artista y el fan.
Hemos trabajado muy juiciosos para tener una buena imagen, ser cumplidos, y mostrar que hacemos las cosas diferente. Eso nos ha permitido visibilidad internacional y que muchas agencias ya sepan quiénes somos. El año pasado fuimos la segunda promotora más importante del país: hicimos 47 eventos y vendimos más de 420.000 entradas en nuestro primer año de operación.
Morat en el escenario del estadio El Campín de Bogotá durante su primera presentación- Foto:Mateo Valbuena/UNIVERSAL MUSIC
Ahora, en Bogotá solo hay tres venues para realizar conciertos, ¿cómo se distribuye la disponibilidad de los escenarios entre grandes empresas?
Con tantos eventos la disponibilidad de fechas es cada vez más apretada. Además, hay que ajustarse al calendario del artista. Pero en el caso del Movistar Arena, ellos tienen una forma de operar bastante transparente. Hay políticas claras, y si otro promotor tiene la primera opción, nos lo comunican inmediatamente.
Afortunadamente, Bogotá también cuenta con otros recintos que se están adaptando o que han llegado recientemente. Ya contamos con más de cuatro espacios que nos permiten alternativas para llevar talento si no tenemos disponibilidad en el principal.
¿Y cómo funciona la dinámica con el artista?
Para acceder a un artista, lo principal es el “routing”, es decir, su calendario de gira. Si tiene fechas en Latinoamérica o México, es más probable traerlo. Las agencias nos informan cuando un artista saldrá de gira y nos preguntan si estamos interesados. En ese caso, ponemos una oferta.
Existen casos muy puntuales en los que se puede lograr un “one-off”, o sea, un show único en el país. Pero eso es muy raro, costoso y difícil de lograr. Muchas veces, aunque un artista esté sonando mucho, debemos esperar a que tenga interés en venir a Colombia o que su gira pase por aquí.
Normalmente las giras empiezan en Estados Unidos, luego van a Europa y finalmente llegan a Latinoamérica. Ese es el momento en el que podemos actuar.
María Jimena Delgado Díaz
Periodista de Cultura
IG @Mariajimena_delgadod