Una empresa conjunta creada en el 2019 por dos importantes empresas de Japón y Corea del Sur fue aclamada como un dechado de cooperación entre tensas relaciones diplomáticas. Los ejecutivos de Naver, de Corea del Sur, y el Grupo SoftBank, de Japón, dijeron que serían propietarios conjuntos del operador de Line, una app de mensajería desarrollada por Corea del Sur y popularizada en Japón.
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Cinco años después, Japón y Corea del Sur han logrado avances significativos para aliviar tensiones históricas. Pero ha surgido una brecha sobre la propiedad de la empresa Naver-SoftBank, y diplomáticos y expertos en relaciones internacionales temen que pueda volver a tensar los lazos entre los países.
Japón y Corea del Sur tienen una historia delicada. Japón colonizó Corea de 1910 hasta su rendición en la Segunda Guerra Mundial en 1945, y Japón y Corea del Sur a menudo han tenido altercados por diferencias territoriales y geopolíticas.
“Como hemos visto muchas veces en el pasado, las relaciones entre Japón y Corea cambian, y los puntos de tensión más pequeños —ya sean de tiempos de guerra o modernos— pueden escalar rápidamente para impactar la defensa y la diplomacia de manera más amplia”, dijo Maiko Takeuchi, directora administrativa de CCSI, un grupo de Nueva York que asesora a los gobiernos sobre cuestiones de seguridad internacional. Añadió que hay mucho en juego dadas las preocupaciones sobre la proliferación nuclear de Corea del Norte y la mayor inestabilidad en la región.
Line fue introducido en Japón en el 2011 por Naver, el operador del principal motor de búsqueda de Corea del Sur. Después del terremoto y tsunami en Tohoku ese año, cuando se interrumpieron las líneas telefónicas en Japón, los usuarios pudieron comunicarse vía Internet gracias a Line.
Desde entonces, Line se ha convertido en la aplicación de mensajería más popular de Japón —ha acumulado cientos de millones de usuarios y se ha expandido a Tailandia, Taiwán e Indonesia.
En el 2019, Masayoshi Son, fundador de SoftBank, y Hae-Jin Lee, cofundador de Naver, acordaron crear una empresa conjunta 50-50.
Pero en noviembre, LY Corporation, el operador de Line, dijo que un tercero había obtenido acceso no autorizado a sus sistemas a través del sistema de almacenamiento en la nube de Naver. A su vez, el Ministerio de Comunicaciones de Japón emitió una declaración ambigua que fue ampliamente interpretada como una directiva para que Naver vendiera su participación en su empresa conjunta.
En Corea del Sur, la acción causó revuelo. Algunos analistas y políticos lo interpretaron como un intento de Japón por utilizar la presión política para socavar a Naver, una de las empresas más grandes de Corea del Sur. Choi Soo-Yeon, directora ejecutiva de la compañía, dijo que la directiva japonesa le parecía “muy inusual”.
SoftBank y Naver están explorando posibles revisiones a la estructura de propiedad del operador de Line, de acuerdo con las empresas.
En el pasado, incluso incidentes aparentemente menores se han convertido en conflictos diplomáticos prolongados. Cuando un navío de la armada surcoreana fue acusado de apuntar su radar de control de fuego a un avión japonés que volaba sobre el Mar de Japón, en el 2018, los países detuvieron sus intercambios relacionados con la defensa. Ese impasse apenas se alivió el mes pasado.
Fumio Kishida, el Primer Ministro de Japón, y Yoon, de Corea del Sur, acordaron a finales de mayo que la disputa sobre la empresa conjunta no debería obstaculizar las relaciones diplomáticas.
“Estamos en una fase de recuperación de las relaciones, pero ambas partes están muy conscientes de lo que ha sucedido en el pasado”, dijo Yul Sohn, presidente del East Asia Institute, un grupo de expertos en Seúl.