Los derechos y deberes en la 'jungla de asfalto'

hace 4 semanas 17

Todos los días hay una tragedia nueva en las vías nacionales por un viejo comportamiento: el de salir a manejar cualquier vehículo de forma irresponsable, pensando que quien conduce solo tiene derechos y no deberes. Eso aplica a toda la fauna automotriz: carros, motos, bicicletas, ahora a las patinetas y, por supuesto, los peatones.

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Es trillada la frase de que ‘mi derecho va hasta donde comienza el de los demás’, pero lamentablemente eso es lo que hace años se dejó de aplicar en las calles, que se convirtieron en una jungla de asfalto en la que el ‘más fuerte’ sobrevive.

Y esta forma de ‘malcomportarse’ en las vías va in crescendo a pesar de todas las campañas institucionales e internacionales por ‘preservar la vida en las vías’, y ahora ya no sorprende ver carros ‘saltándose’ semáforos, peleas en las intersecciones, motos a alta velocidad por el andén o incluso haciendo trancones sobre puentes peatonales, patinetas eléctricas o bicicletas ‘levantando’ peatones en aceras, guerras de buses, camiones y camionetas en un ‘todos contra todos’ que finaliza cada día con un recuento de fallecidos y lesionados.

Aunque parezca exagerado este panorama, la realidad puede ser peor. Según cifras del Observatorio iberoamericano de seguridad vial, Oisevi, en los últimos 15 años en Colombia han muerto más de 100.000 personas en todo tipo de accidentes de tránsito.

Y a pesar de todas las iniciativas, la Agencia de Seguridad Vial tuvo que reconocer una tendencia al alza desde 2021 y que en 2023 se convirtió en un año récord en materia de víctimas fatales y heridos. Para este año asusta el pronóstico pues sin que haya aumentado, al parecer habrá otro deshonroso récord en la materia.

Al cierre de agosto de este año iban más de 5.000 personas muertas, por lo que se presume que habrá un ligero aumento con respecto a 2023 o por lo menos quedará en cifras similares.

Un dato más. Desde 2009 no se registraban tantos muertos en las vías como en 2023, cuando fueron 8.546 víctimas, y ese ya se tornó en un promedio preocupante pues en 2022 habían sido 8.469 fallecidos.

Por esta situación, en el informe de Oisevi, Colombia aparece en el primer lugar de fallecidos por siniestros viales entre los países de la región, con un poco más de 8.000 casos, seguido por Argentina, que registró una cifra que ronda los 5.000; en tercer lugar quedó República Dominicana, con casi 3.000 decesos.

A pesar de esto y de lo que a diario se vive en las calles, los expertos coinciden en afirmar que hay tres factores por los que se están incrementando la agresividad, el mal comportamiento y los accidentes fatales en las vías: la falta de infraestructura, la debilidad en la aplicación de la ley y la falta de cultura ciudadana.

Como las dos primeras requieren proyectos a largo plazo, proponemos una base educativa sobre los derechos y deberes que nos rigen a quienes compartimos a diario la calle, a ver si damos un paso en el vasto horizonte de cambiar cómo vivimos las calles y evitar morir por luchar rueda a rueda.

Mal parqueados

Esta es una de las multas más recurrentes en todo el país y hace poco quedó registrado en video que un comportamiento de estos ocasionó la muerte de un motociclista por una acción tan inocente como abrir la puerta del vehículo en el lugar menos indicado para hacerlo. Además de esa fatídica y poco común ocurrencia, lo más frecuente es que por cuenta de gente que se detiene en la vía, provoque que, por la maniobra para esquivarlos, sean otros conductores quienes puedan sufrir percances. Este es otro deber de conductores de carros y motos y su infracción equivale a una multa de 573.000 pesos, aproximadamente.

Pasarse un semáforo en rojo

Sobra explicar la razón de la obligatoria obediencia a la señal y aunque es de las infracciones que menos se cometen, cuando sucede suele tener efectos fatales, principalmente para los actores más vulnerables de la vía como los peatones y ciclistas. La mayoría de las veces suele ser causa de los más impresionantes choques. La violación de esta norma tiene uno los mayores costos para el bolsillo, pues la multa es de 1,3 millones de pesos

Ley 1811 de 2016

Esta ley se creó para incentivar el uso de la bicicleta como medio de transporte y para ello se modificó el Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002), para certificar los beneficios, deberes y derechos que tienen tanto peatones como ciclistas.

Exceder la capacidad de un vehículo

Otro deber que atañe principalmente a los motociclistas, aunque también se ven ejemplos de vehículos con sobrecupo o transportando cargas excesivas. Recientemente, una pareja fue captada en cámara transportando un sofá en una motocicleta y así se ha visto con otros objetos aún más impresionantes, sin reparar en el riesgo que corren ambas personas y los daños y perjuicios que pueden ocasionar a terceros en caso de un accidente. Esta conducta está tipificada como una infracción cuya multa equivale a 650.000 pesos y puede ocasionar la inmovilización del vehículo.

Los carros y las motos

Todos los vehículos, incluidas las motocicletas, tienen el derecho del uso de circulación en todas las vías nacionales, siempre y cuando obedezcan las normas y señales de tránsito que deberían conocer a cabalidad.

Sin embargo, tanto los carros como las motos también tienen deberes que deben cumplir de manera obligatoria en cualquier vía del país, tanto por la protección de su conductor y pasajeros como por el cuidado de los demás usuarios con quienes comparte la vía.

Circular por lugares prohibidos

Por su configuración, en este caso son las motos las que frecuentemente irrespetan este deber y también los ciudadanos; cámaras de seguridad los han grabado circulando en andenes y hasta en puentes peatonales, incluso zigzagueando entre peatones a alta velocidad.

El fin no justifica los medios y cualquier motociclista que intente salirse de un atasco saltándose una berma, subiéndose a un andén, trepándose a un puente, está incumpliendo la norma de circular por lugares prohibidos, que tiene una multa de 573.000 pesos y, además, su vehículo puede ser inmovilizado.

Los ‘recién llegados’

Los mototaxis y las bicimotos son un par de ejemplares que recientemente se vincularon a la fauna automotriz, pero de inmediato se convirtieron en factores influyentes en la accidentalidad que inicia desde la permisividad de las autoridades que miran para otro lado ante la circulación de aparatos de fabricación artesanal en el caso de los bicitaxis, cuya supuesta homologación y control no ha pasado de ser literatura estatal, incompleta y ya muy distante de una acción preventiva al respecto.

Y en el de la falta de una política que articule a los mototaxis como unos prestadores de servicios que deben cumplir con las mínimas normas para garantizar una operación segura y no como se ha visto en algunos casos que luego de un accidente desaparece el conductor, que no siempre es el dueño del aparato, y deja un rastro de lesionados a los que nadie les responde.

Los deberes de los ciclistas

  • Respetar las señales, normas de tránsito y límites de velocidad.
  • No adelantar por la derecha o entre vehículos que transiten por sus respectivos carriles.
  • Vestir prendas reflectivas entre las 6 p. m. y 6 a. m.
  • En la noche, llevar adelante dispositivos que proyecten luz blanca y atrás que reflecte luz roja.
  • Usar el casco de seguridad (aplica para acompañante).
  • No circular entre carriles, salvo cuando el tránsito esté detenido y busque ubicarse en lugar visible.
  • Al transitar por la vía mixta, ocupar el respectivo carril y permanecer en un lugar visible.
  • En caso de movilizarse en grupo, transitar uno detrás del otro.
  • Usar las señales manuales para indicar sus maniobras.

Peatones

Los peatones son, por obvias razones, los actores más vulnerables en las calles y las cifras así lo demuestran, pues a nivel mundial cada año casi la mitad de las víctimas por accidentes de tránsito corresponden a este grupo.

Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud adelanta desde 2020 una campaña mundial de sensibilización para reconocerlos como los de mayor prioridad en cualquier tipo de calle o carretera al ser los más perjudicados en el uso de las vías y poner la cuota más alta de muertes y lesiones como consecuencia de los malos comportamientos de los otros actores viales.

Sin embargo, y a diferencia de los demás protagonistas que por su condición no causan daños, sí son capaces de generar accidentes que los afecten o tengan consecuencias para terceros en las vías.

Muchas veces el afán y la imprudencia de los peatones son comportamientos que los hacen perder el paso y hasta la vida en las vías, pues evitan el uso de los puentes peatonales para no perder tiempo, cruzan las calles por fuera de los senderos peatonales, intentan colarse en los sistemas integrados de transporte y caminan distraídamente, quizá mirando el teléfono.

Por infringir las normas de tránsito, los peatones también se exponen a pagar 174.000 pesos de multa.

Los límites de velocidad

En las ciudades el límite para carros y motos es de 50 kph y en carreteras hasta 80 kph en la mayoría de las vías y de hasta 120 en vías especiales con reglamentación técnica e información sobre este rango. Sin embargo, son muchos los accidentes que se producen por exceso de velocidad; es la infracción más frecuente en el país.

En el caso de los carros, por lo general esos accidentes involucran daños materiales, pero en el de las motos suele haber un lesionado, aunque esto no parece importar a las autoridades ni a los motociclistas, que circulan casi siempre a un rango mayor del permitido, como si no fuera posible que los detectaran o se camuflaran entre el tráfico.

Según Fasecolda, el 88 % de las personas atendidas por el Soat corresponden a motociclistas o peatones involucrados en un accidente con una moto. La mayoría de estos casos requirieron atención de alto nivel médico por la gravedad de las lesiones.

En cuanto a fatalidades, la población más afectada por edades está entre los 18 y los 29 años, con un total del 51,1 % de las víctimas al cierre de junio de este año, que es población activa y productiva.

La multa por exceder los límites de velocidad equivale a 650.000 pesos y hay múltiples cámaras de fotomultas y otros mecanismos electrónicos que suelen sorprender y enseñan a costa del bolsillo.

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