Santiago Posso, gerente de Air-e antes de la intervención, habló de lo que ha sucedido con la empresa a más de dos meses de haberse ordenado la medida que tiene como objetivo garantizar servicio de energía en Atlántico, Magdalena y La Guajira.
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La decisión que se tomó en septiembre pasado respondía a al objetivo de dar una solución frente a la deuda de la compañía que hasta ese momento iba en 1,7 billones de pesos, mientras que le deben 1,8 billones por el no pago de servicios y subsidios.
A poco más de un mes de la intervención, el agente interventor que había sido designado por el Gobierno, Carlos Diago, ya había sido cambiado, y el pasado 25 de octubre la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios estaba posesionando al exviceministro Edwin Palma Egea como el nuevo agente interventor.
Santiago Posso, gerente de Air-e antes de las medidas del Gobierno, entregó un balance.
¿Qué evolución han visto en los indicadores de servicio que tenía la empresa?
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Santiago Posso, gerente de Air-e antes de la intervención
Foto:Air-e
La inercia de mejoras en la calidad del servicio de Air-e se ha mantenido. Sin embargo, el exinterventor Carlos Diago despidió personal técnico clave, lo que podría generar consecuencias a corto y mediano plazo, como las dificultades recientes de saber cómo acceder a información financiera en la nube y/o en las copias de respaldo. En esos 45 días no fue un administrador leal, creó más de 10 direcciones en dos semanas, afectando la eficiencia y el patrimonio de la compañía.
El equipo legal ya tomó las primeras medidas jurídicas. Se solicitó una audiencia precontenciosa ante la Cámara de Comercio que deberá atender y mostrar las pruebas, que no existen, de sus afirmaciones. Adicionalmente, tendrá que hacer lo mismo ante la Fiscalía General de la Nación por la campaña de desinformación que emprendió.
En este proceso, ¿qué evolución se evidencia en términos financieros y en los pagos de los usuarios?
Las empresas distribuidoras, como Air-e, enfrentan graves problemas financieros. Bajo el ex interventor Carlos Diago, el recaudo cayó cerca del 30 por ciento, pasando de 365 mil millones a 280 mil millones, lo que agravó la ya delicada situación de caja. Además, al momento de la intervención, el sector oficial adeudaba a Air-e 1,6 billones, pero no se gestionaron estas cuentas ni se reorganizaron las finanzas. A esto se suma el engaño a los usuarios con falsas promesas, como el fin de la opción tarifaria, que terminó siendo un pago de intereses por 10 años, y la eliminación del alumbrado y otras tasas de la factura, que nunca ocurrió.
Planta de Las Flores en Barranquilla.
Foto:Prensa Air-e
¿Qué evolución ha habido en términos de los costos que asume la empresa para acceder a la energía que distribuye?
Los precios del kilovatio en los últimos meses tuvieron incrementos del 2.500 por ciento. No se ha logrado gestionar un solo kilovatio hora a precios razonables. Adicionalmente, la CREG sigue en deuda en regular el costo de la energía que venden los generadores. A esos precios del kilovatio hora el desbalance financiero es insuperable. Algo similar pasa en Afinia, donde la empresa requiere que constantemente los antioqueños subsidien a la Costa Caribe.
¿Qué sucedió con el hackeo y la información contable de la compañía?
El hackeo sufrido por Air-e ha generado desinformación. Es importante aclarar que la información contable y financiera no fue afectada. Para confirmarlo, la empresa contrató a Ratzel, multinacional certificada, que realizó copias forenses del sistema SAP tres días después del incidente y mantiene la información bajo custodia.
En Colombia se han registrado más de 20 millones de hackeos este año. Tras el ataque, se notificó a la Fiscalía, XM, la Superintendencia de Servicios Públicos y la DIJIN en menos de 72 horas. Gracias a la gestión de la administración, se recuperó toda la información comprometida con el apoyo de Claro y Dell.
Sin embargo, la mala gestión del anterior interventor, al nombrar como director de Tecnología a un ingeniero eléctrico en lugar de un especialista en sistemas, retrasó la recuperación de la información.