Lo dejaron en un basurero de Chicago recién nacido y hoy busca justicia de esta forma

En 1983 la historia de un bebé recién nacido que fue encontrado en un basurero de Chicago se volvió noticia en toda la ciudad. Hoy ese pequeño tiene 41 años y está decidido a buscar a su familia real, pero no para abrazarla sino para exigir justicia.

Sean McDonnell brindó una entrevista al medio CBS News en la que compartió cómo su vida comenzó de una manera trágica pues fue encontrado abandonado afuera de un complejo de departamentos en Arlington Heights, tan solo unas horas después de haber nacido, incluso, todavía tenía el cordón umbilical pegado a él.

Se especula que sus padres lo dejaron dentro de un basurero sucio con la intención de que muriera. "Yo era un error que no debía estar aquí. Era la basura indeseable de alguien", dijo McDonnell.

Afortunadamente, Bruce y Terri McDonnell lo encontraron. El matrimonio escuchó un ruido extraño que provenía del basurero y, aunque inicialmente pensaron que era un gato al que iban a ayudar, terminaron haciendo un hallazgo que cambiaría sus vidas para siempre.

Se trataba de un día frío, la pareja calcula que la temperatura era de solo 10 grados y el bebé lloraba con fuerza, por lo que de inmediato llamaron a una ambulancia. Mientras llegaba, Terri decidió abrazarlo para tratar de calentarlo. "Tuvo mucha, mucha suerte, porque no habría podido llorar durante mucho tiempo más debido a su hipotermia".

Más allá del frío, el bebé fue abandonado un lunes, el día en que se llevaba a cabo la recolección de basura, por lo que, estuvo en riesgo de terminar en un vertedero.

Pero afortunadamente el niño recibió primeros auxilios y encontraría una familia dispuesta a adoptarlo y amarlo.

No obstante, cuando Sean se enteró de cómo llegó a este mundo, lo único que pudo pensar es que merecía justicia. "Necesito saber por qué. Es como si yo fuera una carga para alguien por haber nacido".

Sean está convencido de que quien lo haya arrojado a ese basurero debe ser llevado ante la justicia y para ello cuenta con el apoyo de sus padres adoptivos. "Quiero que le rindan cuentas hasta el punto que Sean se sienta mejor", dijo Bruce McDonnell.

Tras algunas investigaciones, en 2019, Sean presentó cargos ante el Departamento de Policía de Arlington Heights, por intento de asesinato. Sin embargo, tiempo después le dijeron que el delito ya había prescrito por lo que la policía había destruido las pruebas.

Ahora tiene pensado presentar una demanda civil contra sus padres biológicos con la intención de obtener una orden judicial para realizar análisis de sangre oficiales.

Encontró a su familia que lo abandonó en un basurero, pero no quieren darle explicaciones

En la entrevista, Sean McDonnell dijo que se enteró de que era adoptado a los cinco años. Pero hasta que cumplió 34 sus padres adoptivos le contaron cómo es que lo habían encontrado en un basurero en Chicago.

Su madre adoptiva, Terri, creó para él un libro de recuerdos lleno de fotografías que le recordaban la infancia feliz que vivió, pero también incluyó notas y recortes de periódicos en donde se hablaba sobre cómo había sido abandonado.

Convencido de que debía encontrar a sus padres para llevarlos ante la justicia, se sometió a dos pruebas de ADN.

Poco a poco fue descubriendo la verdad. Aunque el hombre se imaginaba que sus padres habían sido un par de adolescentes asustados, con las pruebas se enteró de que, cuando fue abandonado, quienes lo concibieron tenían alrededor de 30 años, uno de ellos era cartero y el otro operador de policía.

También se enteró de que tenía un medio hermano que había nacido solo un año antes que él y que este había sido entregado en adopción. Además, supo que sus padres se habían casado y tuvieron dos hijas después de que él fuera abandonado.

Aunque ya conocía buena parte de la historia de su familia biológica, cuando intentó comunicarse con ellos, estos se negaron y le dijeron que dejara de buscarlos o lo denunciarían por acoso.