Le recetaron antibióticos para una infección urinaria, pero en realidad tenía cáncer etapa 4

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En agosto de 2024, Zoe Gardner-Lawson, de 36 años, comenzó a sentir un dolor en la espalda baja. Cuando acudió al médico, le dijeron que tenía una infección del tracto urinario (ITU), poco después descubrió que en realidad era cáncer.

Como el profesional de la salud creía que se trataba de una ITU, le diagnosticaron antibióticos por cinco días. La mujer cumplió con las recomendaciones, pero el dolor no paró y hasta empeoró.

Volvió al centro médico y le recetaron dos dosis más a lo largo de un mes: "No hubo ningún cambio y, con la tercera dosis, mi condición ya estaba realmente deteriorada".

Nadie sabía por qué la molestia no se detenía hasta que dos meses después, en octubre, una tomografía computarizada reveló que tenía un tumor de cinco centímetros en su instestino.

"Un cirujano general vino a verme y dijo que parecía que tenía líquido acumulado en el abdomen. Entonces me olvidé de todo y les dije que no me iba a ir hasta que me hicieran una tomografía computarizada de cuerpo completo", comentó, en conversación con 'The Sun'.

Aquel tumor había causado un perforación en su intestino y se había extendido al hígado, al peritoneo y a los ganglios linfáticos del estómago.

La mujer necesitó de una cirugía de emergencia para quitar el tumor junto a todo el fluido y residuos que se habían filtrado en su intestino. El procedimiento fue realizado el 3 de octubre y duró 3 horas.

Una biopsia reveló que el tumor era un blastoma canceroso y le dijeron a Zoe que necesitaría triplicar su dosis de quimioterapia por ronda.

"Lo he tolerado tan bien como cualquiera, es bastante duro. Estoy en la quinta ronda de ocho en total, son tres medicamentos de quimioterapia por ronda", explicó.

La mujer, de 36 años, indicó que deberían disminuir la edad para los exámenes de cáncer. Mencionó que si le hubieran ofrecido una prueba inmunoquímica fecal antes, los médicos podrían haber detectado su cáncer hace años.

Usualmente, estas pruebas de detección de cáncer de intestino se realizan en casa y se ofrecen a todas las personas de entre 54 y 74 años cada dos años.