Catalina García, una mujer de Chile, compartió en redes sociales la peculiar situación que vivió. Una de sus amigas fue hackeada y, en vez de tratar de estafarla, el ciberdelincuente que tenía control de la cuenta prefirió coquetearle.
Conforme a los criterios de
La joven publicó en X capturas de pantalla del curioso momento. El hombre le envió un mensaje haciéndose pasar por su amiga, pero ella le dijo que sabía que el dispositivo estaba hackeado.
En conversación con el medio chileno 'Las Últimas Noticias', García comentó que el tono de los textos y el contenido no concordaban con lo que su amiga le había mandado por Instagram. Además, había utilizado expresiones poco comunes que le hicieron prender las alertas.
Para su sorpresa, el hacker le envió mensajes diciéndole que estaba hermosa y que tenía 28 años.
"Cosita rica, dejé tu número guardado, bella, para que nos conozcamos", le escribió en un par de textos.
Después, García le preguntó si no la iba a estafar y él respondió que con ella prefería casarse. "Si estás hermosa", agregó. "Para qué robarte si mejor puedo conquistarte", le dijo junto a varios emoticones.
De acuerdo con sus declaraciones para el medio chileno, la joven se molestó al inicio, pero luego le causó gracia la situación.
"Me descolocó la respuesta y el ladrón comenzó a coquetearme. Al principio, esto me generó rabia, pero luego pasé a la risa, porque era demasiado inverosímil lo que me estaba pasando", comentó.
La joven reveló que el ciberdelincuente no solo había hackeado la cuenta de WhatsApp de su amiga, también había conseguido acceso a sus credenciales en Instagram y Facebook.
Los consejos de ciberseguridad del hacker
La joven chilena aprovechó su conversación con el hacker para pedirle consejos de ciberseguridad.
"No des ningún dato personal de ti si te llaman de un banco. Si necesitas hacer un trámite, ve personalmente. No te metas en enlaces ni mucho menos des códigos", le escribió el delincuente.
Para finalizar, la joven reflexionó para el medio chileno sobre el inesperado lado humano de los estafadores.
"Siempre es raro ver el lado humano de los delincuentes. Sé que genera rabia y frustración que quieran robar, pero que me sacara enojo con sus piropos me permitió ver todo este lado de la operación", concluyó.
Más noticias en EL TIEMPO
SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO