Latinos que emigraron a Estados Unidos revelan cuál es el mejor lugar para vivir y mandan un mensaje a quienes quieren probar suerte: ‘Como inmigrantes no somos los pobrecitos’

Isabel y su esposo llegaron a Estados Unidos desde Venezuela en 2009. Solo tenían cuatro maletas y la ilusión de construir una vida mejor, con la que pudieran cumplir su deseo de tener una familia numerosa. 

Se instalaron en el estado de Utah, donde ocho años más tarde obtuvieron la ciudadanía y pudieron crecer tanto a nivel profesional, como familiar: hoy tienen cinco hijos y son dueños de dos negocios exitosos. “Luchen por sus sueños, que sí se puede”, alentó Isabel desde las redes sociales.

¿Cómo es Utah para los migrantes?

Isabel y su esposo vivían en Maracaibo, Venezuela. En 2009 inmigraron a Utah en busca de mejores oportunidades. “Venimos solamente con cuatro maletas llenas de sueños. Empezamos de cero, como todos”, comentó Isabel en TikTok.

Ella tenía experiencia en periodismo, ya que se había recibido de comunicadora social en su país. Su esposo, Denys, se había graduado en Instrumentación Petrolera. Sin embargo, pese a ser un profesional, él no podía conseguir un empleo en Venezuela. Esa situación y la crisis los impulsaron a emigrar.

Al llegar a los Estados Unidos, se instalaron en Utah. Allí tuvieron que adaptarse a un mercado laboral diferente. Isabel comenzó a dedicarse al diseño y organización de eventos, una actividad que le permitió utilizar sus habilidades comunicativas y creativas de una manera diferente. Creó su empresa Bellitas Event Designs, que se convirtió en su pasión: “Siempre me gustó la parte de relaciones públicas. Ahora hago decoraciones y organizo eventos”.

Denys, en cambio, primero trabajó “en el Salt Lake Community College” y luego fue empleado en un negocio de venta de autos usados. “Me di cuenta de que debía abrir mi propio negocio”, dijo en el clip. Así, años después, logró abrir su comercio de compra y venta de vehículos.

Para Isabel y su familia, Utah fue el lugar donde pudieron crecer a nivel profesional y familiar. En 2017, tras años de esfuerzo, la pareja consiguió ajustar su estatus migratorio mediante una certificación laboral, una meta que consolidó su residencia y abrió nuevas posibilidades.

En los quince años que llevan viviendo en Estados Unidos pasaron de ser una pareja a formar una gran familia. Hoy tienen cinco hijos y un “bebé de cuatro patas”, como ellos lo describen, La familia considera que este estado es el lugar ideal para criar a sus hijos. “Estamos donde Dios quiere que estemos”, afirmó Isabel.

Un mensaje para otras familias que piensan emigrar a EE. UU.

En el clip, Isabel también le dejó un mensaje motivador a otras familias de latinoamericanos que, tal como le ocurrió a ella y a Denys en el 2009, evalúan dejar su país para probar suerte en los Estados Unidos, un lugar que no conocen y donde deben empezar desde cero.

“Algo que aprendí yo y que me ha servido es que como inmigrantes no somos ‘los pobrecitos’”, aseguró. “No tengan miedo, salgan adelante, luchen por sus sueños, que sí se puede”, dijo la mujer, quien en apenas 15 años logró junto a su marido crear dos negocios exitosos con los que pueden mantener y darle una educación de calidad a sus cinco hijos.

La Nación (Argentina) / GDA