Latino dejó su país y encontró en Sudáfrica una calidad de vida increíble: ‘El costo es relativamente bajo’

hace 1 mes 31

Martín tomó la decisión de salir de Argentina con la intención de explorar el mundo. Su primera parada fue Hawái, donde alternaba sus días de surf con trabajos de limpieza y lavado de autos. 

A pesar de los altos costos en la isla, estos empleos le permitieron mantenerse. Luego se trasladó a Mallorca, donde trabajó como profesor de tenis para niños, y más tarde a Italia, donde se dedicó a la venta de vinos argentinos.

En 2004, surgió una oportunidad en Angola, que aceptó con el respaldo de su pareja, Carolina. Ambos se trasladaron a Luanda, donde vivieron durante dos años. África no estaba en sus planes, pero el destino lo llevó a experimentar una vida diferente.

Profesionalmente, Martín atravesaba un buen momento, pero la rutina en Angola empezó a pesarle. Buscó nuevas oportunidades y decidió renunciar cuando surgió la posibilidad de abrir las oficinas de Arcor en Sudáfrica. Junto con Carolina, se trasladó a ese país sin imaginar el impacto que tendría en sus vidas.

Antes del cambio definitivo, Carolina quedó embarazada, por lo que regresaron a Argentina para el nacimiento de su hija el 2 de febrero. Tres días después, Martín volvió a Sudáfrica, y su esposa lo siguió tiempo después. Durante los siguientes dos años, consolidaron su vida en ese país. Sin embargo, decidieron regresar a Argentina para intentarlo de nuevo en su país natal. “Tras esos dos años lejos, durante casi cinco años vivimos en Argentina, pero en 2013 quisimos volver una vez más a Sudáfrica, aun a pesar de no tener un trabajo fijo, aunque sí un emprendimiento en mente”, explicó Martín.

Sudáfrica se había convertido en un lugar especial para la familia. Con el tiempo, comprendieron que extrañaban la vida que habían construido allí y decidieron regresar con el apoyo de sus seres queridos. “Con los amigos es distinto”, reflexionó Martín. “Uno nunca quiere que un amigo se vaya. Pero más impactados habían quedado antes cuando nos fuimos a vivir a Angola. Salvo nuestra familia, el cien por ciento de nuestros amigos nos dijeron que estábamos locos. Yo decía: ¿Cuál es el problema? Voy con un muy buen trabajo y en el peor de los casos te volvés”.

Latino en Sudáfrica

Tras años viajando, Martín eligió Durban por su bajo costo de vida y cercanía con el mar. Foto:iStock

¿Por qué Sudáfrica?

Las oportunidades, los sueños y el deseo de establecerse llevaron a Martín y Carolina a elegir Sudáfrica con plena conciencia. Se establecieron en Durban, una ciudad costera ideal para Martín, quien siempre fue apasionado por los deportes y el surf. “Volver fue espectacular”, comentó. “Llegamos todos con buenas sensaciones. No es que no nos guste Buenos Aires, queremos mucho nuestro lugar. Pero hoy vivimos el día a día y esto es lo que elegimos”.

El proceso de adaptación fue más sencillo de lo esperado. “Lo que tal vez nos atrapó de Sudáfrica, al menos en la zona donde nos movemos, es que manejan costumbres muy parecidas. Son similares a los argentinos, en especial en cuanto a conceptos de amistad, familia, deportes. No nos costó en absoluto acostumbrarnos”.

Sin embargo, también hay diferencias notorias. “Ahora, si hablás del país en su totalidad, no se parece nada a la Argentina”, explicó. “La población blanca es menos de un diez por ciento, y si bien no hay más apartheid, las divisiones se sienten. En Durban, por otro lado, hay muchos descendientes de la India. Acá está la comunidad más grande de indios por fuera de la India. Así que Durban se compone por zulúes, indios y blancos”.

Latino en Sudáfrica

La vida en Sudáfrica le permitió mantener un estilo de vida activo con su familia cerca del mar. Foto:Redes Sociales

Naturaleza y deporte, igual a calidad de vida

Para Martín, la calidad de vida está directamente ligada a la naturaleza, el aire libre y el deporte. La posibilidad de vivir cerca del mar y aprovechar las playas con infraestructura adecuada ha hecho que su rutina diaria sea completamente diferente a la de otras partes del mundo.

“Los días comienzan más temprano. Nosotros nos levantamos a las 5:30, a las 6:30 de la mañana estoy mirando las olas y tomando mate, a las 7, surfeando”, detalló. “Nuestros chicos arrancan el horario del colegio a las 7 y terminan a las 12:30; por la tarde se dedican a distintas actividades extracurriculares”.

En cuanto a las oportunidades laborales, el panorama es complejo. “Ahora, en relación a las oportunidades laborales, la cosa es más compleja. Las leyes hoy acá instan a contratar solo a gente negra, y se complica para los demás (afrikáneres, descendientes de holandeses e ingleses), por lo que muchos están migrando hacia Australia, Nueva Zelanda o Inglaterra. Entonces, acá la alternativa es tener un emprendimiento propio. Lo positivo es que el costo de vida es relativamente bajo”, explicó Martín, quien actualmente trabaja como consultor externo y se dedica al deporte, mientras Carolina organiza viajes para quienes desean conocer Sudáfrica.

Latino en Sudáfrica

En Durban, Martín combina su pasión por el surf con su trabajo como consultor y emprendedor. Foto:Redes Sociales

'Pagas un precio alto por vivir en un lugar espectacular'

Si bien en Durban no han encontrado una comunidad numerosa de argentinos, con el tiempo han construido una red de amistades a través del deporte y de sus hijos. Sin embargo, Martín reconoce que las relaciones que ha establecido en Sudáfrica son distintas a las que mantiene en Argentina.

“La verdad es que se extraña, pagas un precio alto por vivir en un lugar espectacular, con una calidad de vida altísima, la cual no la cambiaría por un día a día en Buenos Aires. Pero a Carolina y a mí nos cuesta muchísimo no tener a nuestra familia y amigos; a los chicos no, porque están desde muy chicos: su vida está acá”, explicó.

Pensando en el futuro, contemplan la posibilidad de dividir su tiempo entre ambos países. “Argentina ocupa hoy un lugar muy importante para nosotros, de hecho pensamos que cuando los chicos sean grandes, podemos vivir mitad y mitad. Tal vez parte en Durban o San Francis, y otra parte en Buenos Aires. Se verá, eso es posible ya que los jóvenes acá se van de sus hogares a estudiar, lo que permite tomar una decisión semejante”.

Vivir el sueño

Han pasado más de 20 años desde que Martín salió de Argentina con la idea de surfear en Hawái. Lo que en un principio fue una aventura se convirtió en un estilo de vida que lo llevó a distintos lugares del mundo. Durante su recorrido, visitó Indonesia, Madagascar, Marruecos, Sri Lanka, Java y Australia, entre otros destinos.

Junto a Carolina, formó una familia y tuvieron tres hijos, que hoy tienen 19, 16 y 14 años. Su rutina diaria sigue ligada al deporte y a su entorno natural. “En Buenos Aires estaría aprendiendo lo mismo que acá”, reflexionó. “Se trata de disfrutar. Trato de disfrutar del día a día, nada más”.

“Logré cumplir mi sueño, que es dedicarme al deporte, y es lo que hago todos los días de mi vida en este rincón maravilloso del planeta”, concluyó.

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CARINA DURN

La Nación (Argentina) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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