Las vitaminas y minerales se pueden obtener de los alimentos, no obstante, cuando existe un déficit, los médicos sugieren ayudarse con suplementos que contengan algunas de ellas, según la necesidad del paciente.
Entre las vitaminas más populares están la vitamina C, el zinc, el calcio, el magnesio, los probióticos, entre otros, que pueden ayudarle al organismo a mejorar sus defensas y evitar que caigan en enfermedades contagiosas.
No obstante, algunos médicos mencionan que no hay que mezclar algunas de estas vitaminas, pues pueden existir interacciones negativas que pueden perjudicar la salud.
De acuerdo con María José Alonso Osorio, especialista en farmacia y profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salut de la Universitat Oberta de Catalunya, es importante diferenciar las combinaciones que se encuentran en los complementos alimenticios multivitamínicos, ya que los micronutrientes están en dosis que se equilibran entre sí y en matrices que se pueden proporcionar de manera conjunta.
Es por eso que siempre es importante consultar con un médico para evitar que en la automedicación se afecte la salud.
Alonso afirma que cuando hay un desequilibrio en la dosis de vitaminas puede haber problemas de absorción de nutrientes y menos eficacia, como por ejemplo, cuando se ingiere magnesio y calcio, mezcla recomendada por médicos y nutricionistas, es la combinación adecuada, pues el magnesio ayuda con la absorción no solo de otras vitaminas sino también de, en este caso, el calcio.
¿Porqué no se deben mezclar estas vitaminas?
De acuerdo con la especialista, estas son las razones por las cuales no se debe mezclar las vitaminas en mención:
- Vitamina C y B12: cuando se ingieren dosis altas de vitamina C al tiempo que la vitamina B12 puede reducir la absorción de la segunda.
- Vitamina D y B12: la vitamina D es soluble en grasas y la B12 en agua, por lo tanto, tomarlas juntas con alimentos grasos o con agua puede afectar a su absorción. La vitamina D es mejor ingerirla con alimentos grasos y la B12 con agua fuera de las comidas.
- Ácido fólico y B12: dosis elevadas de ácido fólico pueden reducir las concentraciones de vitamina B12 en sangre.
- Hierro, té y calcio: el té verde reduce la absorción del hierro a causa de los taninos, es por ello que es mejor tomar hierro con un zumo de naranja, ya que la vitamina C potencia su absorción. Los suplementos de hierro deben tomarse con dos horas de diferencia respecto de los alimentos o de los suplementos ricos en calcio.
“Lo más adecuado es tomar los complementos multivitamínicos y minerales a primera hora con un buen desayuno y un vaso de agua grande”, afirma la experta con respecto a las horas adecuadas del consumo de estas vitaminas y minerales.
Así mismo, es importante tener en cuenta que aquellas vitaminas liposolubles como la A, D, E y K se deben ingerir en horas de la mañana después de un desayuno abundante, dado que una vez se disuelven dentro de las moléculas grasas de los alimentos, se distribuyen a través de los vasos linfáticos en los distintos órganos.
De igual forma pasa con las vitaminas del grupo B, que cuando se ingieren en horas de la mañana pueden ayudar a regular el gasto de energía y el cansancio, lo que contribuye con el rendimiento cognitivo.
En cuanto a minerales como el hierro, la experta sugiere que debería ingerirse a primeras horas de la mañana, con el estómago vacío o entre las dos comidas principales.
Minerales como el magnesio, pueden ayudar a la conciliación del sueño y a la recuperación de energía y nutrientes que se perdieron en las actividades del día, por lo que es importante consumirlo en horas de la noche.
Por último, Alonso expresa que cuando no hay un déficit manifiesto de alguna vitamina o mineral, no es necesario suplementarse, pero cuando llegan las temporadas de invierno en las que aparecen los virus, no está de más ayudarle al sistema inmune a protegerse, siempre y cuando su ingesta sea consultada con un médico o especialista.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
Redacción Alcance Digital