Steven Lawayne Nelson, fue ejecutado por el asesinato en 2011 de un pastor bautista, un crimen que ocurrió en Texas, Estados Unidos, y del que se declaró inocente.
El homicidio, que se presentó en el sur del país norteamericano, conmovió al condado de Arlington, cerca de Dallas. La víctima era identificada como Clint Dobson, de 28 años.
Dobson fue golpeado y asfixiado con una bolsa de plástico. Judy Elliott, la secretaria de la iglesia, también fue brutalmente golpeada pero sobrevivió.
Las apelaciones de Nelson contra su condena y sentencia de muerte fueron rechazadas repetidamente por los tribunales del estado del país.
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó escuchar su caso. "Después de años de batallas legales, Steven Nelson fue castigado por sus atroces crímenes y finalmente se hizo justicia", dijo el fiscal general de Texas, Ken Paxton.
El sujeto fue declarado muerto a los 20 minutos de haberle aplicado la inyección letal la cual contenía un sedante pentobarbital.
Un crimen, que según él, no cometió
Nelson fue entrevistado por la agencia AFP recientemente en la prisión de máxima seguridad de Livingston.
"A veces es duro (...) Estás esperando que te ejecuten. Eso rompe una pequeña parte de ti cada día... Simplemente no quieres hacer nada", dijo en aquella ocasión.
Nelson reconoce que sirvió como vigía durante el robo y que entró en la iglesia después del asesinato para apoderarse de algunos objetos. Pero dice que fueron sus dos cómplices, que nunca fueron llevados a juicio, quienes cometieron el asesinato. "No sabía lo que estaba pasando allí dentro", dijo, y afirmó que sus amigos lo culparon de todo.
Estoy siendo ejecutado por un crimen, un asesinato, que no cometí
"Ellos están libres y yo estoy encerrado", comentó en aquel momento.
"Estoy aquí en el corredor de la muerte por lo que hizo otra persona", agregó (...) Estoy siendo ejecutado por un crimen, un asesinato, que no cometí", sostuvo.
Últimas palabras de Nelson
"Siempre te amaré, estoy muy agradecido (...) vive por mí y disfruta la vida" dijo Steven Nelson, de 37 años, en los instantes previos a su ejecución, mirando a su esposa, la francesa Helene Noa Dubois, con quien se casó mientras estaba en prisión.
"Estoy en paz, estoy listo para ir a casa", agregó en sus últimas palabras, antes de recibir la inyección letal en el centro de ejecuciones del penal de Huntsville, 128 km al norte de Houston.
Una boda dentro de la cárcel
En diciembre de 2024, Steven Nelson, de 37 años, y su pareja Helene Noa Dubois, contrajeron matrimonio.
En las fotos que tomaron ese día se ve como cada uno es separado por una mampara de vidrio el día de su boda en la Unidad Allan B. Polunsky, la prisión que alberga a los 169 hombres condenados a muerte en Livingston, Texas.
"A veces es difícil", dijo Nelson, de 37 años, en una entrevista con la agencia AFP en la prisión de máxima seguridad de Livingston, una ciudad a 120 kilómetros al norte de Houston.
Ejecuciones en Estados Unidos
Hubo 25 ejecuciones en los Estados Unidos en 2024 y ha habido una en lo que va de este año, en Carolina del Sur.
La pena de muerte ha sido abolida en 23 de los 50 estados del país, mientras que otros tres - California, Oregon y Pensilvania - tienen moratorias en vigor. Tres estados - Arizona, Ohio y Tennessee - que habían suspendido las ejecuciones han anunciado recientemente planes para reanudarlas.
El presidente Donald Trump es un defensor de la pena capital y en su primer día en la Casa Blanca pidió una expansión de su uso "para los crímenes más viles"
FELIPE SANTANILLA AYALA
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS y AFP