Las últimas comunicaciones que tuvo la madre asesinada por su hijo en Villavicencio; familia desconocía su paradero

Menos de quince minutos habría tardado la Policía Metropolitana de Villavicencio en llegar al complejo de apartamentos localizado en el barrio Kirpas de la capital del Meta, más exactamente, en la carrera 24 #15A-106, misma ubicación de la vivienda de José Luis Perdomo Hernández y Sonia Wehdeking Baños, una pareja de esposos, quienes residían en compañía de su hijo.

En ese lapso de tiempo los vecinos le hicieron la primera alerta a las autoridades y a la vigilancia del edificio: gritos y el sonido de enseres golpeando el suelo y las paredes, los cuales se escuchaban desde un inmueble del segundo piso, los habían despertado. 

El llamado fue a las 5:30 a. m. del pasado sábado 22 de marzo. Minutos más tarde, según le confirmaron fuentes de la Policía a EL TIEMPO, celadores de la edificación subieron a verificar la situación que, en principio, se reportaba como un caso de violencia intrafamiliar. Sin embargo, en este punto, Juan David Perdomo Wehdeking, el único hijo del matrimonio, ya se había cambiado, tomado las llaves del carro familiar y huido del sector. 

De acuerdo con las descripciones de las autoridades, al momento de su arribo sobre las 5:45 a. m., la puerta estaba "cerrada y tocó forzar la entrada". El silencio era absoluto. Tras ingresar encontraron a dos cuerpos sin vida, uno recostado en una silla mecedora en la sala y el otro a su lado, pero en el suelo. 

Charcos de sangre se acumulaban en las baldosas y el arma homicida reposaba en el lugar: un cuchillo de cocina que estaba doblado. Los uniformados iniciaron inmediatamente una búsqueda con el apoyo de la Seccional de Investigación Criminal y de Inteligencia Policial, con la implementación de un "plan candado" que abarcó varias regiones, incluyendo Cundinamarca, Boyacá y Bogotá.

"Se activaron todos los mecanismos de búsqueda y localización de este individuo, logrando establecer por medio del análisis de cámaras de seguridad que, después de cometer este acto de violencia, habría huido en un vehículo particular de color blanco hacia la ciudad de Bogotá", manifestaron desde la Policía en un comunicado oficial. 

Este medio logró verificar que se trataba de un Hyundai blanco, modelo 2013, con placas KJS 461, propiedad de los occisos, que fue visto transitando por los alrededores de un centro comercial en el sur de la capital del país, en la localidad de Tunjuelito. Se confirmó que los fallecidos eran residentes del apartamento desde hace 8 meses y el principal sospechoso, su hijo de 22 años, habitaba en el mismo espacio.  

Familia habló por primera vez: ¿quiénes eran los padres?

Once días tras el trágico hecho, Gisell Wehdeking, hermana de Sonia, una de las víctimas, le concedió una entrevista a EL TIEMPO y afirmó que la familia sigue "impactada, no salimos del asombro. No sabemos qué pasó ahí". 

Wehdeking relató que todos eran oriundos del departamento de Santander y que habían vivido gran parte de su vida en la ciudad de Barrancabermeja. Al menos Sonia nació, estudió y hasta se casó en el municipio ubicado a orillas del río Magdalena.

Su hermana explicó que esto cambió hace pocos años, cuando Wehdeking, su esposo José Luis y su hijo, quien recién había terminado sus estudios en el colegio, decidieron mudarse a 114 kilómetros al oriente, a la ciudad de Bucaramanga, para que el último pudiese continuar con su formación y empezara con la carrera de Ingeniería Mecatrónica.

Así lo contó Gisell, la tía de Juan David, quien recordó que Sonia, la mayor de tres hermanos, dos mujeres y un hombre, ya había cumplido 25 años de casada con José.

El hombre era un año mayor que Wehdeking Baños. EL TIEMPO conoció que este vivió en el municipio de Torcoroma en el Norte de Santander en su juventud, donde allegados lo resaltaron como "un gran amigo con sus 'recochas'" en los años 90, tiempo en el que solía estudiar en un colegio de la zona conocido como 'el Cuba'. 

De esta forma, varias personas se refirieron a José Luis en una publicación de Facebook de Enlace Televisión, un medio local que anunció el sepelio de la pareja. Allí, usuarios rememoraron historias de su adolescencia: "Exactamente en el año 1998, en su casa en Torcoroma, nos tomamos dos botellas de vino él, su novia, una amiga y yo. La mamá siempre nos atendía divina y cantamos 500 mil veces solo canciones del grupo niche". 

Gisell precisó que José y Sonia se habían conocido cuando eran jóvenes y que su cuñado era, de hecho, "sobrino del esposo de una tía. Así se presentaron, por ahí a los 17 años". El matrimonio concibió a su unigénito tiempo después. 

"Era un matrimonio normal, eran unidos. Para todo, a donde iban, iban todos los tres y si viajaban a vender mercancías, se iban los tres a vender, siempre mantenían juntos", destacó Gisell, quien además señaló que los padres eran comerciantes y que solían viajar bastante por lo mismo: "Son comerciantes de ropa, vendían mercancía por los pueblos, las ciudades, donde los llamaban ellos iban". 

Las últimas comunicaciones de Sonia con su familia: no conocían su verdadera residencia

Amable, carismática, una excelente persona y de poco hablar. Con estas palabras describió Gisell a su hermana y añadió que, pese a lo último, era bastante querida en su barrio. Todos los conocían: "Como todos los hermanos, teníamos nuestras diferencias y caracteres diferentes, pero era una excelente persona, no tenía cosas malas, ni era una mala madre, al contrario era una madre muy sobreprotectora".

La familia de la mujer, que permanecía en ‘Barranca’, tenía entendido que Sonia, su esposo e hijo estaban arrendando una casa en Bucaramanga por los últimos años mientras terminaba su carrera en una de las universidades de la región. Al parecer, al joven que había cumplido 22 años le faltaban solo las prácticas para obtener su título profesional. 

Al respecto, calificó como una "sorpresa" el hecho que agentes de la Policía los llamaran de Villavicencio para comentarles del crimen. "Supuestamente ellos estaban en Bucaramanga, eso es lo que nosotros pensamos pero vea, la sorpresa es que estaban en Villavicencio y nosotros no sabíamos", aseguró. 

Así lo habían corroborado la última vez que la vieron. De acuerdo con su hermana, estuvo diciembre y parte de enero en su casa de la infancia, compartiendo con su familia y, de hecho, tenían pensado volver en Semana Santa. En ninguna ocasión les comentó de la mudanza a la otra ciudad. 

Gisell no logró recordar su conversación más reciente con Sonia, según dijo, no hablaban mucho por redes sociales. Pero su madre y ella sí lo hacían y en dichas comunicaciones no hubo alertas de que algo iba mal: "Mi mamá hablaba con ella siempre, por WhatsApp, le enviaba oraciones y se reportaban. (...) Ella habló como dos días antes y que le envió la foto de un mercado y le dijo: 'Mami, hicimos mercado, todo bien por aquí'. y ya. Mi mamá le respondió con unas manitas de oración". 

La situación fue un baldado de agua fría. El joven, para Gisell, es "un pelao' muy aplicado, inteligente, no se le ve eso. Incluso cuando ellos venían acá mi mamá lo llevaba a la iglesia los domingos y siempre se iba. No sabemos qué pasó ahí". 

El desconcierto se extiende cuando habla de la relación del joven con sus padres, la cual indicó que era, aparentemente, buena. Precisó que Sonia podría "pasarse" de lo sobreprotectora con Juan David: "Lo llevaban a la universidad los dos".

Los motivos del asesinato: esto dice la familia de la hipótesis 

En la audiencia realizada el pasado lunes 24 de marzo, en la que se legalizó la detención e imputación de cargos, Perdomo Wehdeking aceptó la responsabilidad del doble homicidio de sus padres, de 45 y 46 años, dentro de la vivienda en la que habían residido en los últimos ocho meses.

De acuerdo con la declaración oficial de un portavoz del CTI, el sujeto atacó en varias oportunidades a su padre en la región tiroidea, es decir, zona del cuello en la parte izquierda, justo en la base de la garganta, y a su madre en tres ocasiones: en el cuello al lado izquierdo y dos en el lado derecho. 

El reporte de Medicina Legal también detalló que la mujer tenía lesiones con arma blanca en la falange proximal del quinto dedo de su mano y una en su antebrazo derecho.

El caso fue clasificado por la Fiscalía General de la Nación con 'sevicia' debido al estado del cuchillo encontrado tras el homicidio: "El arma cortopunzante, de tipo cuchillo, resultó incluso partida de tantas y tan sistemáticas pulsaciones en los cuerpos de sus padres. Por estos hechos, le imputamos el delito de homicidio. (...) La pena será de 480 a 600 meses si la víctima es el padre o la madre y se actúa con sevicia". 

Funcionarios enterados del caso le revelaron a este medio que el joven, al parecer, había "tenido problemas con el papá". Conforme con las afirmaciones, el procesado le confesó a las autoridades que "toda la noche no había podido dormir hasta que se levantó y lo mató".

Versiones señalan que el asesinato de la víctima sucedió en una mecedora, donde José Luis Perdomo se encontraba descansando. Por su parte, se le explicó a este medio que Sonia, la mamá del señalado, se despertó con el ruido de la situación e intentó detenerlo.

"Forcejeó con él para quitarle el cuchillo. Tiene la marca en sus manos de los 'aruñetazos' que le generó su madre. Para no dejar testigos arremetió en contra de su progenitora también", le indicaron a EL TIEMPO. 

Entre las principales hipótesis, fuentes judiciales hablan de un posible motivo económico. Wehdeking, la tía del joven, negó esta posibilidad: "Por plata no fue. Hasta el carro está a nombre de Juan David, entonces, por dinero no fue. No sé, no sé ni por qué. Ahorita en este mundo, y lo digo con base cristiana, 'el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar'. Sería mirar la parte ya espiritual. De pronto, fue una fuerza demoniaca porque mi sobrino era muy apegado a mi hermana, demasiado".

Por lo pronto, el sujeto permanece recluido en el Centro de Protección y Prevención a Personas CP3 de Villavicencio, a la espera que la rama judicial le asigne un juez de conocimiento que dicte un fallo condenatorio en su contra tras la aceptación de cargos. Su familiar confesó que "no hemos tenido contacto con él".

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS