El papa Francisco falleció este lunes, 21 de abril, de acuerdo con un comunicado que emitió El Vaticano. En sus doce años de pontificado, el santo padre emprendió importantes tareas reformistas.
Ya su elección en marzo del 2013 fue un signo de la llegada de vientos de cambio dentro de la Iglesia Católica.
En ese entonces, el nuevo pontífice, que adoptó el nombre de Francisco en referencia a San Francisco de Asís, se convirtió en el primer papa de origen latinoamericano y en una figura que prometía la llegada de reformas a una curia romana golpeada por escándalos de corrupción.
Para Hernán Olano, vaticanista, doctor en derecho canónico, Francisco representa para la humanidad un líder espiritual que durante su pontificado promovió el diálogo, la justicia social y el cuidado del medio ambiente, con una visión pastoral centrada en la misericordia y la inclusión.
“Para la Iglesia Católica, ha impulsado reformas en la Curia, promovido la sinodalidad y abierto espacios de reflexión sobre temas sensibles como la migración y la pobreza”, señala el experto.
De acuerdo con el vaticanista, el papa Francisco será recordado como un pontífice reformador, comprometido con la paz, la ecología y la fraternidad universal. Pero, ¿qué tanto alcanzó a avanzar en temas como la lucha contra la pederastia, la inclusión de las mujeres y de la comunidad LGBTIQ+ en la Iglesia? Estos son algunos de los avances y pendientes.
Personas rezan ante la estatua de Juan Pablo II en Gemelli, donde Francisco está internado en Roma. Foto:AFP
La mujer y la Iglesia
El 6 de enero del 2025, el papa Francisco nombró a la mujer que mayor responsabilidad ha recibido en una institución de la Curia Romana. Se trata de Sor Simona Brambilla, religiosa italiana Misionera de la Consolata, quien fue designada como la Prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano, el departamento de la Santa Sede, encargado de las religiosas y de los religiosos de todo el mundo.
Un momento significativo en los acercamientos que ha hecho el papa Francisco para darles a las mujeres un lugar dentro de las estructuras vaticanas tradicionalmente dirigidas por hombres.
Algo que se ha hecho evidente también con nombramientos como el de Barbara Jatta como directora de los Museos Vaticanos, el de Linda Ghisoni y Gabriella Gambino, como subsecretarias del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; el de Christine Murray como subdirectora de la Oficina de Prensa del Vaticano; y el de Emilce Cuda como secretaria de la Comisión Pontificia para América Latina, por nombrar algunos de los que se han producido en años recientes.
Sor Simona Brambilla es profesional en enfermería. Foto:Cortesía
Sin embargo, pese a que la mujer está ahora más presente en cargos de poder, estos avances se han limitado a conquistas fuera del espacio litúrgico. En este aspecto el papa Francisco ha recibido un férrea oposición por parte de los segmentos más conservadores.
Aunque el Sínodo de 2023 y 2024 fue la primera asamblea de obispos que incluyó a laicos y mujeres con derecho a voto, no se trató de un escenario en el que se presentaran avances significativos en la cuestión de la mujer en la Iglesia, uno de los grandes temas sobre la mesa en este encuentro.
La petición de estudiar nuevas formas de participación como "nuevos ministerios" para las religiosas o el regreso del diaconado femenino, las diaconisas de los primeros cristianos, que se estudió en su momento por orden de Francisco, no tuvo resultados ante las divisiones. Adicionalmente, a pesar de que muchas mujeres católicas también se han expresado a favor del sacerdocio femenino, sigue pareciendo una alternativa lejana de llegar a materializarse.
Así lo manifiesta Isabel Corpas, doctora en teología,: "Más allá del reconocimiento del liderazgo de mujeres en actividades pastorales y de dirección en la Iglesia que ha hecho Francisco, y de su preocupación por visibilizarlas y abrirles espacio en organismos de dirección, el paso que no ha dado y difícilmente va a dar es la ordenación de mujeres. No está en su agenda, a pesar de que no existen impedimentos bíblicos ni teológicos, debido al temor que ha manifestado en repetidas oportunidades de clericalizarlas, lo que sería permitirles transgredir el lugar propio de los hombres de Iglesia, que es espacio clerical al que se accede por la ordenación, y solamente los varones pueden ser ordenados".
De acuerdo con Corpas, esto no ocurre "no porque este fuera el proyecto de Jesús sino debido a prácticas históricas correspondientes al orden social patriarcal que así lo establecieron y a las que responde el impedimento que establece el canon 1024 del Código de Derecho Canónico: 'Solo el varón bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación'".
Velas y flores a los pies de la escultura de Juan Pablo II a las puertas del Hospital Gemelli. Foto:Daniel Cáceres / EFE
Abuso y pederastia
La posta de la lucha abierta de la Iglesia Católica contra los casos de abuso sexual a menores de edad por parte de sacerdotes y religiosos la recibió el papa Francisco de su antecesor, Benedicto XVI, a quien algunos califican como el iniciador de las reformas para hacer frente a este tema y a los aspectos financieros en la lucha contra la corrupción, pero al que también la falta de fuerzas para enfrentar estos escandalos también lo habria llevado a dar un paso al costado.
Desde su llegada a la Cátedra de San Pedro, Francisco encaró este problema con reformas ‘antiabuso’. En el 2015 creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, especializada en la defensa de los más vulnerables, emprendiendo acciones para garantizar la no repetición, y reformó el Código de derecho canónico, modificando y agregando funciones para hacer más severas las sanciones contra los miembros de la Iglesia que cometieran delitos graves, como la pederastia y también el abuso de adultos.
“Este pontificado ha sido un punto de inflexión en la manera como se abordan los casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia católica. En tiempos anteriores ha habido básicamente un silencio por parte de los jerarcas de la Iglesia, eso le ha quitado credibilidad, además de cierta complicidad e incluso una defensa injusta a los eclesiásticos”, explica el profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana José Luis Meza.
Entre los avances de Francisco en la lucha contra las agresiones sexuales dentro de la Iglesia está la eliminación en 2019 del secreto pontificio en casos de abuso, algo que obstaculizaba la transparencia en las investigaciones.
“Esa misma declaración también prohibió el imponer cláusulas de silencio a las víctimas”, detalla Meza.
Sin embargo, las medidas tomadas por el papa Francisco también han sido cuestionadas por algunas víctimas que ponen en duda su efectividad en la práctica. Uno de sus más vehementes contradictores ha sido Peter Saunders, víctima de abuso y miembro de la Comisión para la Protección de Menores, quien asegura no se han tomado acciones concretas que realmente erradiquen la pederastia.