Las presiones con las que tendrá que lidiar la economía en el segundo semestre y que golpearían su dinámica en 2025

hace 13 horas 85

Colombia tendrá que lidiar en el segundo semestre del año con  una serie de presiones, tanto nacionales como internacionales, que harán más difícil que su economía pueda crecer a un ritmo de entre 2,5 y 3 por ciento anual, como apuntaban la mayoría de proyecciones de expertos y analistas, muchos de los cuales las han venido ajustando a la baja ante un panorama que no luce del todo despejado. 

A factores externos como la 'guerra' comercial desatada por Estados Unidos, con la imposición de mayores aranceles a sus socios comerciales; la política migratoria y la incertidumbre generada por la escalada bélica entre Irán e Israel, se suman aspectos locales como presiones inflacionarias, la crisis fiscal, un mayor riesgo país, la posibilidad de nuevas bajas en la calificación, un descenso mucho más pausado en la tasa de interés del Banco de la República y la creciente incertidumbre política, entre otros. 

Organismos multilaterales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y Banco Mundial (BM) revisaron a la baja sus proyecciones de crecimiento para Colombia para este año. El primero, indicó que el producto interno bruto (PIB) del país ya no avanzaría 2,7 por ciento sino que ahora espera solo 2,5 por ciento. El segundo, por su parte, recortó su pronóstico para el país del 3 al 2,5 por ciento. 

Ambas organizaciones coinciden en que el país se verá afectado por las políticas arancelaria y migratoria de Estados Unidos, entre otros, que le restarán impulso a la economía del planeta desacelerando, a su vez, el consumo y las exportaciones.

"La caída de los precios del petróleo reducirá las exportaciones y los ingresos fiscales, aumentando las presiones sobre una posición fiscal ya ajustada", señaló la Ocdeel informe, mientras que en el reciente informe del BM su pronóstico asume que las autoridades estabilizarán la deuda pública mediante medidas creíbles para reducir los cuantiosos déficits presupuestarios. Aun así, se espera que la persistente incertidumbre en torno a las políticas económicas estructurales siga lastrando la confianza de los inversores, lo que plantea riesgos para las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.

Los desafíos

A los recortes en las previsiones de crecimiento económico del país de los organismos internacionales también se vienen sumando la de algunas entidades en el país como consecuencia de un contexto de alta incertidumbre. 

"Mantenemos nuestro pronóstico de crecimiento en 2,6 por ciento, en línea con una recuperación de la demanda interna, de la industria y una aceleración del comercio, pese al choque externo provocado por la guerra comercial", señalan los analistas de Corficolombiana, quienes destacan que "en ausencia de incertidumbre, podríamos haber crecido por encima del 3 por ciento".

Por su parte, los economistas del español BBVA bajaron su proyección en dos puntos básicos al pasarla de 2,5 a 2,3 por ciento, debido a los desafíos estructurales que enfrenta la economía. "Colombia se enfrenta a una serie de desafíos estructurales que podrían limitar el ritmo y la sostenibilidad de su recuperación. En el corto plazo, uno de los principales riesgos proviene del entorno global. A esto se suma un entorno doméstico de financiamiento más exigente. El déficit fiscal elevado y persistente ha incrementado la prima de riesgo país, lo que se ha traducido en tasas de interés más altas en el mercado doméstico”, explica Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia.

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El consumo de los hogares ha comenzado a reactivarse y con este la demanda del crédito.  Foto:iStock

Desde Credicorp Capital, sostienen que, si bien el comportamiento del consumo plantea riesgos al alza sobre sus previsiones, "seguimos siendo cautelosos ya que los riesgos externos han aumentado en medio de los aranceles de Trump y por menores precios promedio del petróleo. Además, una postura más radical del presidente Petro frente al sector empresarial y las instituciones podría mantener a la inversión moderada. Con todo, mantenemos nuestra estimación de crecimiento de larga data de 2,3 por ciento para 2025, por debajo del consenso".

Responde el consumo

En el Banco de Bogotá el equipo de Investigaciones Económicas apuntan a que el PIB de Colombia se expandirá 2,7 por ciento en medio de una actividad que sigue siendo favorable, con una mayor dinámica del consumo de hogares.

"Entre abril y junio, el consumo de los hogares, nuevamente, habría sido el soporte de la economía. En general, los datos adelantados de comercio, producción industrial y servicios sugieren que los consumidores han consolidado su mayor disposición a comprar tanto bienes como servicios. Es más, tan alta ha sido la disposición que, pese a los mayores ingresos derivados de salarios, remesas y otras fuentes, los hogares han reactivado su toma de crédito, según el reciente repunte de la cartera de consumo.

El entorno seguirá siendo retador ante la desaceleración en la reducción de la inflación y de las tasas de interés junto a la incertidumbre externa

Los analistas de Bancolombia mantienen su pronóstico en 2,6 por ciento para este año, pero no dudan en que la situación fiscal del país se perfila como el riesgo más tangible de cara a la favorable tendencia de la actividad económica. Advierten, no obstante, que para mantener la senda de recuperación hacia el potencial de la economía de 2,8 por ciento (o ligeramente superior) dependerá, en buena medida, del ruido en el entorno internacional y de que la percepción de riesgo hacia Colombia no se vuelva tendencia. Para ello, será crucial aislar las señales negativas y volátiles, y concentrarse en el desempeño de la recuperación.

Los economistas de Grupo Alianza están entre los más optimistas, pues creen que, a pesar del contexto interno y externo, la economía colombiana terminará creciendo este año entre 2,8 y 3 por ciento, muy cerca de su potencial, lo cual no significar que el país no esté nadando en aguas turbulentas.

"El entorno seguirá siendo retador ante la desaceleración en la reducción de la inflación y de las tasas de interés junto a la incertidumbre externa", comentan los expertos, al tiempo que ven condiciones más complejas, con una inflación aún por encima del 5 por ciento y elevados niveles de gasto público, que harán que la junta directiva del Banco de la República mantenga su enfoque prudente en su política monetaria.  

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