Con la entrada en vigor de la nueva reforma pensional en Colombia, el proceso de jubilación para las mujeres sufrirá una transformación significativa en los próximos años.
El cambio más relevante es la disminución gradual del número de semanas de cotización requeridas para acceder a la pensión. La edad mínima de pensión para las mujeres continuará siendo 57 años, pero el requisito de semanas se reducirá paulatinamente hasta alcanzar las 1.000 semanas en el año 2036.
Esta reducción no será inmediata. Comenzará en el año 2026, cuando el requisito bajará a 1.250 semanas. A partir de ese momento, cada año disminuirá en 25 semanas, siguiendo un calendario fijo hasta completar el objetivo propuesto. Según el cronograma oficial, los nuevos requisitos serán los siguientes:
- 2026: 1.250 semanas
- 2027: 1.225 semanas
- 2028: 1.200 semanas
- 2029: 1.175 semanas
- 2030: 1.150 semanas
- 2031: 1.125 semanas
- 2032: 1.100 semanas
- 2033: 1.075 semanas
- 2034: 1.050 semanas
- 2035: 1.025 semanas
- 2036: 1.000 semanas
El nuevo cálculo para semanas cotizadas debe hacerse con días calendario y no con meses de 30 días. Foto:iStock
La reducción en los requisitos de semanas cotizadas busca compensar algunas de las condiciones estructurales que afectan de forma desproporcionada a las mujeres en el mercado laboral colombiano. Las interrupciones laborales derivadas del trabajo doméstico no remunerado, el cuidado de familiares y la informalidad son algunos de los factores que históricamente han impedido a muchas mujeres alcanzar las semanas exigidas por el sistema pensional.
Este enfoque con perspectiva de género responde a uno de los compromisos asumidos en la formulación del nuevo esquema de jubilación. La ley reconoce explícitamente estas barreras y pretende garantizar que más mujeres puedan acceder a una pensión, evitando que terminen dependiendo únicamente de ayudas estatales en la vejez.
La nueva ley también aclara aspectos técnicos sobre el cálculo de las semanas cotizadas. Se establece que una semana de cotización corresponde a un período de siete días calendario. Esto significa que los aportes realizados por fracciones de mes serán contabilizados con base en los días exactos cotizados.
Además, la liquidación y el cobro de los aportes se harán sobre el número total de días trabajados en cada período. Esta disposición permite mayor precisión en la contabilización del tiempo aportado al sistema y reduce la posibilidad de perder semanas por errores administrativos o discontinuidades en el reporte de aportes.
Los pensionados con los ingresos mensuales más altos, deberán declarar renta. Foto:iStock
La modificación aplica exclusivamente a las mujeres que hacen parte del sistema general de pensiones, tanto en el régimen público administrado por Colpensiones como en los fondos privados. No obstante, el impacto será más visible en el régimen público, donde el cumplimiento de las semanas cotizadas es condición indispensable para acceder a una pensión de vejez.
En contraste, en el régimen privado, el monto de la pensión está más ligado al capital acumulado. Sin embargo, el nuevo marco legal obliga a los fondos privados a reconocer los cambios en las semanas requeridas, ajustando sus procesos de asesoría, proyección y cálculo para las afiliadas.
La reducción del número de semanas de cotización para mujeres no es la única novedad incluida en la reforma. Entre otras disposiciones, se destacan mecanismos para ampliar la cobertura del sistema, incentivos a la formalización laboral y un sistema de pilares que permite complementar aportes individuales con subsidios del Estado en ciertos casos.
Además, en el contexto de esta reforma también se aprobó una modificación en el descuento por salud que se aplica a los pensionados, la cual comenzará a regir a partir de julio de 2025.
Esta medida busca aliviar la carga financiera de los jubilados, especialmente aquellos con ingresos inferiores a dos salarios mínimos.