Las freidoras de aire ganaron popularidad en los últimos años como una alternativa más saludable a la fritura tradicional. Sin embargo, recientes estudios sugieren que podrían presentar riesgos para la salud debido a la formación de compuestos potencialmente cancerígenos en los alimentos cocinados.
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Formación de compuestos carcinógenos en alimentos
La fritura de alimentos a altas temperaturas es un proceso conocido por generar compuestos nocivos, entre ellos la acrilamida y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). La acrilamida se forma principalmente en alimentos ricos en carbohidratos cuando son sometidos a altas temperaturas, mientras que los HAP son producidos por la combustión de materia orgánica.
Un estudio reciente analizó la formación de estos compuestos en pechugas, muslos y alas de pollo fritas con aire y en aceite. Los resultados mostraron que, aunque la fritura al aire genera menos acrilamida y HAP en comparación con la fritura en abundante aceite, todavía existe la posibilidad de formación de estos compuestos en niveles preocupantes.
El estudio comparó la fritura con aire y la fritura en aceite, encontrando que la fritura al aire puede reducir la cantidad de acrilamida hasta un 77 por ciento. Aun así, los niveles de HAP no son despreciables, especialmente en partes del pollo como las alas, donde los contenidos de HAP son más altos. Es importante entender que, aunque las freidoras de aire pueden ser más saludables que la fritura convencional, no son completamente inocuas.
Además, la forma en que descongelas y cocinas los alimentos también influye en la formación de estos compuestos. El estudio evaluó diferentes métodos de descongelación: en microondas, en refrigerador y en agua. A pesar de que estos métodos no mostraron un impacto significativo en la formación de acrilamida o HAP, la elección del método de cocción sigue siendo importante. La utilización de freidoras de aire implica que, aunque se reduzcan ciertos riesgos, la exposición a compuestos tóxicos sigue presente.
Si bien las freidoras de aire pueden ofrecer una opción más saludable que la fritura en aceite, no están exentas de riesgos. La formación de acrilamida y HAP en alimentos fritos al aire debe ser motivo de preocupación, especialmente para aquellos que consumen estos productos de manera regular.