Instalación de minas antipersonal y explosivos, desplazamiento masivo y amenazas son algunas de las represalias que han implementado las disidencias de las Farc por las operaciones de las Fuerzas Militares en el corregimiento de El Plateado, en Argelia (Cauca).
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Durante la visita realizada por una comisión especial de la Procuraduría se conoció que en los alrededores del colegio Miguel Zapata las disidencias de ‘Iván Mordisco’ instalaron minas antipersonales y explosivos a una distancia de menos de 100 metros.
“Allí se encontraba la casa de uno de los comandantes de este grupo armado ilegal", dijo para EL TIEMPO, José Luis Martínez, vocero de la procuraduría delegada para la defensa de los Derechos Humanos.
Además, señaló que este hecho provocó que 1.420 niños debieran cesar sus estudios por estos riesgos contra su vida.
Las estrategias
EL TIEMPO conoció informes de inteligencia en donde identifican, además de la instalación de los explosivos, otras estrategias para sabotear e impedir el cumplimiento de la misión por parte del Ejército Nacional y la Policía Nacional.
Este diario conoció que alias El Mocho, alias Kevin, alias Giovanny, alias Carroloco y alias Paola, estarían citando a campesinos, mototaxistas, cultivadores y recolectores de hoja de coca para que se organicen por grupos numerosos para que, cuando detecten tropas en la zona, actúen en contra de los uniformados y mediante asonadas los obliguen a salir de la región.
“Esta maquiavélica estrategia, tendría como objetivo sacar las tropas y evitar que lleguen las instituciones del Estado con salud, educación, infraestructura, trabajo y progreso para esta región que tanto lo necesita”, se lee en el informe.
Lo que han informado algunos campesinos, es que en las reuniones a las que han sido citados el ambiente es hostil y agresivo por parte de los miembros de las disidencias.
“En ellas, permanecen con su armamento terciado y visible hacia las personas, les prohíben el ingreso de celulares (se los retienen al ingreso y se los regresan al terminar) y les obligan a firmar unas planillas para mantener un censo sobre las personas que trabajan en la zona”, señala el documento.
La deslegitimación
La estrategia que siguen implementando los miembros del Frente Carlos Patiño es la desacreditación y deslegitimación de la Fuerza Pública por medio del discurso en el que le narran a la comunidad falsos hechos sobre homicidios de campesinos, destrucción de viviendas o falsos bombardeos.
Sobre esta táctica el informe asegura: “Las disidencias estarían instigando e instrumentalizando a las comunidades para que hurten armamento y material de intendencia a las tropas. Incluso les habrían ofrecido dinero a quienes robaran elementos a las tropas, acto que pondría en grave riesgo la integridad física y la vida de los campesinos”.
Dentro de esta instrumentalización también está el reclutamiento a las filas en donde cada familia tendrá que ‘aportar’ la totalidad de los adultos que la conformen “De no hacerlo y no participar de esta práctica ilegal, las disidencias amenazaron con reclutar de manera forzada a los menores de edad y llevarlos a engrosar las filas de las disidencias. A los adultos los amenazaron con represalias que van desde multas, trabajos forzados (desyerbar la maleza en las vías, labores de aseo, cocinar en campamentos etc) hasta quitarles la vida”.
Estas labores de inteligencia han permitido, también, establecer que este grupo armado aún sigue cobrando extorsiones y que al parecer podrían aumentar debido a que sus estructuras han tenido que correr sus posiciones para no ser detectadas por las tropas desplegadas en la operación Perseo.
Las autoridades están ofreciendo recompensas por estos miembros de las disidencias. Por alias Mocho ofrecen hasta 845 millones de pesos, Alias Kevin 130 millones, por alias Giovany 100 millones y por alias Carroloco y Paola 65 millones de pesos.