Pedro Tecillo Solano no es solo un peluquero de tijeras y navajas. Su historia, la de un joven de 28 años de un pequeño pueblo en Campeche, Atlántico, es un reflejo del trabajo arduo, la pasión por el arte y un talento que ha encontrado en la peluquería un medio para crear algo más allá de lo convencional.
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Desde los 18 años, Pedro se adentró en el mundo de la barbería, gracias a un primo que le regaló las herramientas necesarias para iniciar su propio camino. Lo que comenzó como una ayuda en la barbería familiar, pronto se transformó en una verdadera pasión.
En su casa montó su propio espacio, y poco a poco, fue ganando la fidelidad de los clientes. "La gente se quedaba conmigo, ya no solo porque cortaba bien, sino porque les hacía algo diferente", comenta con entusiasmo.
Uno de los aspectos que lo hace único en su pueblo es su capacidad para incorporar el realismo en los cortes. "Los clientes me decían, hazme una rayita, algo que no se ve mucho en el pueblo", explica Pedro.
Pero no se trataba de cualquier diseño: él se encargaba de realizar figuras realistas en las cabezas de sus clientes, desde rostros de artistas hasta personajes de películas. Lo que empezó como una técnica de vanguardia, hoy se ha convertido en su sello personal.
Los jugadores de la Selección Colombia en la cabeza
Uno de los trabajos que más le ha marcado en su carrera fue el de Tupac, el icónico rapero estadounidense. "La primera vez que lo hice, me sorprendí de lo bien que quedó, nunca pensé que lo lograría", confiesa.
Sin embargo, su mayor fuente de inspiración hoy en día viene de una pasión más cercana: la selección colombiana de fútbol.
"Es la fiebre del fútbol, la gente me pide realismo de los jugadores", dice Pedro, refiriéndose a figuras como James Rodríguez, Quintero y Luis Díaz, quienes son recurrentemente solicitados por sus clientes.
Un realismo puede tardar entre dos y tres horas, dependiendo de la complejidad. Pero no todas las fotos sirven, busco imágenes con sombras bien marcadas,
El proceso de realizar estos cortes no es fácil. Cada detalle requiere paciencia y dedicación. "Un realismo puede tardar entre dos y tres horas, dependiendo de la complejidad. Pero no todas las fotos sirven, busco imágenes con sombras bien marcadas, que es lo que resalta los detalles", explica mientras toma un lápiz blanco para resaltar las luces de uno de sus últimos cortes, inspirado en el delantero de la selección, Luis Díaz.
Los jugadores de la selección colombiana, como Lucho Díaz, James Rodríguez o Radamel Falcao, no solo son íconos del fútbol, sino también figuras que Pedro transforma en arte en la cabeza de sus clientes.
"He hecho a James cuatro veces, y el más reciente, el rostro de Luis Díaz lo he realizado en varias personas", dice mientras se acomoda para comenzar otro día de trabajo.
Nuevos retos
Pedro reconoce que estos trabajos han logrado que su nombre traspase las fronteras de su pueblo. "Un amigo me dijo que ya no solo soy un barbero, sino un artista. He aprendido mucho de los grandes como Rotoriginal, un barbero que hace realismo no solo en el cabello, sino también en paredes y esculturas", agrega.
Hace cuatro años llegó Barranquilla y con su talento ha conquistado una nueva clientela. Pedro gana entre tres y cuatro millones de pesos mensuales, lo que le ha permitido ir más allá de las expectativas.
Pero para él, más que el dinero, lo importante es el impacto que ha tenido en su comunidad y en aquellos que, como él, sueñan con convertir su arte en una profesión que trascienda.
"Estoy preparando para viajar a Italia, donde dictaré un taller para peluqueros con un amigo. Ya hay muchas personas que valoran mi trabajo", concluye Pedro mientras afila sus herramientas para su próximo cliente, listo para seguir dibujando su mundo sobre la cabeza de aquellos que se atreven a llevar arte.
LEONARDO HERRERA DELGANS periodista de EL TIEMPO Baranquilla -@leoher70