El rábano es una hortaliza de raíz, y esta, aparte de su sabor picante o ligeramente amargo, es de gran beneficio no solo para su salud general, sino también para la hepática, en la que están incluídos el hígado y la vesícula.
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Esta pertenece a la familia de las crucíferas, al igual que el brócoli, coliflor, coles de bruselas, rúcula, o nabos. Es bajo en calorías y rico en vitamina C, antioxidantes y fibra, lo que lo convierte en un alimento saludable para el sistema digestivo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
El hígado ayuda a regular la mayor parte de los niveles químicos de la sangre y excreta un producto llamado bilis; y este ayuda a descomponer las grasas y las prepara para su posterior digestión y absorción, así lo comenta ‘Stanford Medicine Children’s Health’.
La nutricionista Marta Sanz explica las propiedades del rábano: “El sabor ligeramente picante es debido a los compuestos de azufre (glucosinolatos). Estos compuestos son responsables del efecto antioxidante de los rábanos, del efecto diurético, digestivo, del aumento de la secreción de bilis en el hígado, y de facilitar el vaciamiento de la vesícula biliar”.
Existen muchos tipos de rábanos; su piel puede ser blanca, roja, púrpura, negra, rosa o incluso amarilla y su composición nutricional varía de acuerdo con el tipo. Sin embargo, en general, este tubérculo reúne agentes valiosos para la salud, así lo explica la página web ‘MejorconSalud’.
El 95 por ciento de esta hortaliza es agua y es bajo en nutrientes energéticos como las proteínas, glúcidos y lípidos, lo que quiere decir que es bajo en su aporte energético con 17 calorías por 100 gramos. Además, es rico en fibra, 1 gramos por cada 100 gramos.
“Las recomendaciones de fibra diaria para un adulto es de 25-30 gramos al día, y en el caso de los niños es la edad más 5g. Por ejemplo, si un niño tiene 10 años habría de consumir 15 g al día de fibra”, agrega Sanz.
El rábano ayuda a proteger el hígado y aumentar las defensas, por eso algunos nutricionistas recomiendan su consumo. La ingesta de esta hortaliza puede ser en ensalada o en jugo, pero recuerde que siempre debe ir acompañada de una dieta saludable y equilibrada, en la que debe incluir el ejercicio regular, y la reducción de hábitos nocivos.
El sitio ‘Toxicological Research’ comenta que el extracto enzimático de rábano puede disminuir significativamente el daño hepático por agentes tóxicos.
Un estudio divulgado en la página ‘Nutrients’ indica que esta hortaliza puede afectar de manera positiva en la absorción y homeostasis de la glucosa y del metabolismo energético general.
Recuerde que antes de su consumo debe consultarlo con un especialista, ya que hay personas en la que su ingesta no es recomendable como lo son las mujeres en estado de embarazo y en los niños menores de 5 años.
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WENDYS PITRE ARIZA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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