La validez de los procesos y los títulos de Nacional en el fútbol colombiano… (Opinión)

Los discursos románticos sobre la paciencia y los procesos largos en el fútbol tienden a dominar las mesas de debate y las ruedas de prensa. Sin embargo, el reciente título de Atlético Nacional en la Liga 2024-II pone al frente una verdad incómoda: en el fútbol profesional, los procesos siempre necesitan triunfos. No es cuestión de tiempo, sino de eficacia.

Hace apenas cuatro meses, Nacional estaba sumido en un mar de dudas tras los cambios en su cuerpo técnico y la salida de jugadores clave. Los escépticos auguraban una temporada de transición, pero el resultado final fue con dos trofeos más en sus vitrinas. No es la duración de un proceso lo que lo valida, sino su capacidad para generar resultados tangibles y rápido.

Nacional apostó y ganó por duplicado

El fútbol moderno no espera, y eso no es necesariamente malo. Hoy, los clubes deben adaptarse a una exigencia en la que la paciencia es más bien un lujo. Nacional lo entendió: apostó y le salió la contratación de un DT desconocido acá, pero con ideas claras, supo mezclar experiencia y juventud en su plantilla, y se enfocó en ganar desde el primer día. Este título no es casualidad; es el fruto de un trabajo inmediato, pero bien estructurado.

Decir que los procesos largos son indispensables es un argumento que, en muchos casos, solo enmascara la falta de resultados. Claro, hay ejemplos de proyectos a largo plazo exitosos, pero la historia reciente en Colombia y en el mundo muestran que los equipos que triunfan son los que entienden que el tiempo es relativo, pero el hambre de títulos es absoluta.

Atlético Nacional no solo rompió con el paradigma, sino que dejó un mensaje claro para los demás clubes del país: los procesos no necesitan excusas, necesitan triunfos. Y si se pueden lograr en meses, ¿por qué esperar años?

El fútbol, como la vida, premia a los audaces. Este título es una lección de que el éxito no está en la duración, sino en la convicción. Nacional, hoy campeón, ha puesto sobre la mesa una verdad que incomoda, pero que no se puede negar: ganar siempre será la mejor forma de validar cualquier proceso.

Camila Espinosa Aristizábal

Para EL TIEMPO

@Camilanoticia1