La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) emitió una orden este 20 de mayo: las obras de emergencia en el canal de La Esperanza, en la región de La Mojana, deben continuar sin más dilaciones.
La entidad nacional aclaró que no ha autorizado ninguna suspensión de los trabajos que buscan mitigar el riesgo de inundaciones en esta golpeada subregión del Caribe colombiano.
La UNGRD le sale al paso así a las denuncias de líderes de la Mojana que aseguraron que las maquinarias contratadas para ampliar el Canal de la Esperanza están paralizadas desde hace 3 días sin explicación.
Hay más de 12 mil damnificados
Aspecto general del sector de La Mojana amenazado con ser inundado por el río Cauca. Foto:Cortesía Arcesio Paredes
A hoy, las inundaciones en la región de La Mojana, en Sucre, crecen y el incremento de las aguas que entran, a campos y cultivos, de los ríos Cauca y San Jorge dejan 12 mil personas damnigficadas.
La intervención, considerada prioritaria para proteger a miles de familias durante la actual temporada de lluvias, había sido interrumpida por reclamos de terceros que alegan presuntos derechos de propiedad sobre predios en la zona de intervención. Frente a esta situación, la UNGRD respondió que los trabajos están amparados por una declaratoria de utilidad pública, emitida tras una etapa de concertación con personas que acreditaron legítima propiedad sobre los terrenos involucrados.
No se trata de un proyecto cualquiera, sino de una intervención clave para salvar vidas y bienes en una región históricamente vulnerable
Las obras contratadas buscan la ampliación del Canal de la Esperanza, buscando que el gran peso del agua no llegue hasta el sector de cara de gato y en su defecto tome el cauce normal hacia el río Magdalena.
En esta obra la UNGRD hace una inversión de 17 mil millones de pesos, con cerca de 30 maquinarias que iniciaron labores en el sector.
Según informó la entidad, antes del inicio de las obras se realizaron diálogos y se firmaron acuerdos de acceso con propietarios identificados en un catastro preliminar. Sin embargo, tras el levantamiento topográfico definitivo, se depuró la lista de propietarios y se identificó que varios predios son baldíos de la Nación, por lo que no existe obligación de indemnización.
“La UNGRD está dispuesta a reconocer el valor correspondiente a los verdaderos propietarios, siempre y cuando presenten los documentos exigidos por la ley que acrediten su titularidad”, señaló la entidad a través de un comunicado oficial. “Pero no cederemos ante presiones de quienes pretenden frenar una obra de interés general sin pruebas legales que sustenten sus reclamaciones”, enfatizó.
30 máquinas se encuentran ejecutando trabajos de retiro de capa vegetal y excavaciones mecánicas
La situación es preocupante para miles de familias que habitan la zona. Foto:Prensa Unidad de Riesgo
Para esclarecer la situación en terreno, una comisión técnica de la UNGRD se desplazará en los próximos días a la zona con el objetivo de verificar el cumplimiento de las obligaciones contractuales, recoger documentación y mantener espacios de diálogo con los actores involucrados. Las autoridades locales también fueron invitadas a acompañar el proceso y garantizar un desarrollo pacífico de las labores.
En este proceso deben primar los intereses colectivos de las comunidades afectadas, por encima de intereses particulares que, sin base legal, pretenden obstaculizar el avance de las obras
Actualmente, unas 30 máquinas se encuentran ejecutando trabajos de retiro de capa vegetal y excavaciones mecánicas, como parte del plan para ampliar el canal de La Esperanza, mejorar su capacidad hidráulica y disminuir el caudal que fluye por el boquete de Caregato, punto crítico de filtración que durante años ha causado inundaciones masivas.
El peligro que genera el río Cauca
Las inundaciones mantienen en emergencia a La Mojana. Foto:Archivo particular
Desde la entidad nacional se insistió en que esta obra, financiada y ejecutada con carácter de urgencia, busca proteger a comunidades enteras de las crecientes aguas del río Cauca y de los riesgos estructurales que genera el cambio climático en el ecosistema de La Mojana. “No se trata de un proyecto cualquiera, sino de una intervención clave para salvar vidas y bienes en una región históricamente vulnerable”, recalcaron desde Bogotá.
Asimismo, la UNGRD prometió que hará uso de todas las herramientas legales y constitucionales necesarias para garantizar la continuidad del proyecto. “En este proceso deben primar los intereses colectivos de las comunidades afectadas, por encima de intereses particulares que, sin base legal, pretenden obstaculizar el avance de las obras”, puntualizó.
Mientras tanto, el llamado sigue siendo al diálogo respetuoso, al respaldo institucional y a la colaboración de los actores locales para que las acciones de mitigación continúen con celeridad. La UNGRD reafirmó que el país no puede permitirse retrasos en una obra que representa una línea vital de defensa contra las recurrentes inundaciones que castigan a La Mojana año tras año.
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Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:
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