La tranquilidad del barrio Paraíso, en el municipio de Malambo, área metropolitana de Barranquilla, se vio quebrantada en la mañana de este martes 26 de noviembre por un acto de violencia que generó repudió y dolor en la comunidad.
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El caso se registró en una vivienda de este sector cuando Fabián Quintero Ramírez, un suboficial retirado del Ejército Nacional, irrumpió con un arma de fuego en busca de su expareja, Liney Fuentes Cabrera.
Al no encontrarla, arremetió contra el menor de 10 años, hijo de Liney, disparándole dos veces, y luego contra la abuela del niño, de 59 años de edad, a quien también hirió con dos impactos de bala.
El menor Jan Rocha Fuentes fue trasladado de inmediato a un centro asistencial de Malambo y, posteriormente, remitido a un hospital en Barranquilla, donde falleció minutos después de su ingreso.
Su abuela, gravemente herida, permanece bajo pronóstico reservado, luchando por su vida en una cama de hospital.
Una tragedia anunciada
Esta tragedia no surgió de la nada. Según testimonios de familiares y vecinos, Liney había denunciado meses atrás los constantes episodios de violencia intrafamiliar a los que era sometida por Quintero.
Después de soportar amenazas y comportamientos celosos, decidió poner fin a la relación.
En su búsqueda por protegerse, solicitó una medida de protección, que finalmente fue concedida el lunes, un día antes del ataque. Sin embargo, la notificación al agresor no alcanzó a materializarse antes de que él actuara.
La relación entre Liney y Quintero había empezado a deteriorarse cuando él comenzó a asistir a una iglesia cristiana y trató, sin éxito, de convencerla de unirse a esa fe. Esta divergencia se convirtió en una grieta irreparable, marcada por celos enfermizos que derivaron en amenazas constantes tras la separación.
Los disparos que rompieron la calma del barrio Paraíso alteraron a los vecinos, quienes relatan el horror de escuchar los gritos de auxilio provenientes de la vivienda.
“Ese niño era un ángel. No merecía esto”, expresó entre lágrimas una vecina de la familia.
La reacción de las autoridades
La rápida acción de la patrulla del cuadrante permitió la captura de Quintero en flagrancia y la incautación del arma de fuego utilizada en el crimen. El hombre fue puesto a disposición de la Fiscalía, enfrentando cargos de homicidio agravado y tentativa de homicidio.
La tragedia ha desatado una oleada de indignación y reclamos de justicia. Augusto Rivero, secretario de Gobierno de Malambo, condenó enérgicamente el ataque y reiteró el compromiso de las autoridades para combatir la violencia en el municipio.
“No podemos permitir que estos actos de barbarie sigan ocurriendo. Continuaremos fortaleciendo los operativos policiales y trabajando en medidas de prevención”, afirmó.
A su turno la alcaldesa Yenis Orozco rechazó enérgicamente el acto de violencia que enlutó a Malambo Orozco y anunció que se brindará apoyo psicológico a los afectados.
“No podemos tolerar que este tipo de hechos sigan ocurriendo en nuestra comunidad. Reiteramos nuestro compromiso con las víctimas de violencia intrafamiliar”, expresó la mandataria.
En el barrio Paraíso, el silencio ha vuelto, pero ahora está cargado de dolor por una tragedia que nunca debió suceder.