Esta semilla, también conocida como "maní de los incas", contiene ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 esencial que el organismo transforma en EPA y DHA, clave para la salud cardiovascular.
De acuerdo con la especialista Kim Chin, quien destacó sus conocimientos en el portal Healthline, tiene un porcentaje de omega-3 que oscila entre el 45 % y el 53 % de su composición lipídica, por lo que supera ampliamente al salmón y otras fuentes marinas.
Según estudios, el consumo de sacha inchi se relaciona con la mejora de los niveles de colesterol en sangre. El ácido alfa-linolénico contribuye a la reducción del colesterol LDL (conocido como "colesterol malo") y al aumento del colesterol HDL (o "colesterol bueno").
Esto ayuda a prevenir nada más y nada menos que la acumulación de placas en las arterias, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, sus compuestos antioxidantes, como los tocoferoles y los flavonoides, combaten la inflamación y el estrés oxidativo. A su vez, el alto contenido en fibra que presenta también favorece el control de los niveles de glucosa y triglicéridos en la sangre.
Esta semilla colabora en el colesterol bueno Foto:iStock
¿Cómo consumir estas semillas para aprovechar sus beneficios?
Desde el portal citado, la profesional explicó que existen diversas formas de sumar el sacha inchi a su día a día:
- Semillas tostadas.
- Aceite de sacha inchi.
- Harina de sacha inchi en batidos o productos horneados.