Cuando se trata de mejorar su salud digestiva y reducir la inflamación, la ciencia respalda un alimento en particular: las semillas de chía. Investigaciones de Harvard destacan que estas diminutas semillas son una fuente de ácidos grasos omega-3, antioxidantes y fibra.
La inflamación crónica está relacionada con diversas enfermedades, incluyendo trastornos cardiovasculares, diabetes y afecciones digestivas. Desde el portal de salud Harvard Health, aclaran que contienen una alta concentración de ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 que ayuda a reducir la inflamación en el organismo.
Estos compuestos actúan como moduladores del sistema inmunológico, por lo que disminuyen la respuesta inflamatoria y protegen los tejidos frente al daño oxidativo.
¿Por qué son un aliado natural para la salud digestiva?
De acuerdo con la médica Teresa Fung, son ricas en fibra soluble e insoluble, lo que mejora la función intestinal y favorece una microbiota equilibrada.
Al entrar en contacto con líquidos, forman un gel que facilita el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Además, este proceso contribuye a regular la absorción de azúcares y grasas, estabilizando los niveles de glucosa y colesterol en sangre.
Estas semillas son conocidas científicamente como Salvia Hispanica. Foto:iStock
Es importante mencionar, por otro lado, que contienen una alta concentración de antioxidantes como flavonoides y polifenoles, los cuales combaten el estrés oxidativo y protegen las células del daño provocado por los radicales libres.
Este beneficio es clave para prevenir enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro. Además, al ser una fuente vegetal de proteínas completas, contribuyen nada más y nada menos que a la regeneración celular y a la reparación de tejidos.
Gracias a su sabor neutro y su versatilidad, sumarlas en la alimentación diaria es sencillo. Puede agregarlas a batidos, yogures, ensaladas o prepararlas en forma de pudín mezclándolas con leche o bebidas vegetales. Para obtener sus beneficios, es recomendable consumir entre una y dos cucharadas al día.