La calidad del sueño es esencial para el bienestar general de las personas, y diversos factores, entre los cuales resalta la alimentación, influyen significativamente en ella. Recientemente, expertos en nutrición han destacado los beneficios que existen al consumir frutos secos justo antes de acostarse para mejorar el descanso nocturno.
Entre estos productos se pueden encontrar las nueces, almendras y pistachos, los cuales son ricos en nutrientes que favorecen el sueño. Uno de estos componentes es el triptófano, un aminoácido esencial precursor de la serotonina y la melatonina, las cuales son hormonas claves en la regulación del ciclo del sueño.
Cuando una persona consume este tipo de alimentos que son ricos en triptófano, se les facilita la producción de dichas hormonas y así les resulta mucho más sencillo tener un sueño más profundo y, sobre todo, reparador.
El insomnio se puede tratar haciendo hábitos que mejoren la regulación del sueño. Foto:iStock.
Los frutos secos también contienen magnesio, un mineral que resulta fundamental en la relajación muscular y del sistema nervioso. Los niveles adecuados de este componente en el organismo pueden contribuir a una disminución de la tensión física y mental, lo cual facilita la conciliación del sueño.
Las nueces no solo son una fuente de triptófano y magnesio, sino que también contienen melatonina naturalmente. Un estudio publicado en la revista ‘Nutrients’ en 2024 afirma que el consumo de nueces puede llegar a aumentar los niveles sanguíneos de melatonina.
Lo que genera esta elevación es que mejora la calidad del sueño en adultos. Incorporar un puñado de nueces en la cena o como un tipo de refrigerio nocturno podría ser una estrategia efectiva para aquellos que buscan mejorar su descanso.
Usted puede elegir cuál es la combinación de frutos secos que quiere consumir. Foto:iStock
Además de los beneficios que tienen para el sueño, los frutos secos también aportan ácidos grasos omega-3. Estos ácidos esenciales no solo favorecen la salud cardiovascular, sino que también tienen un gran impacto positivo en el funcionamiento cerebral y en la regulación del estado de ánimo, los cuales son otros factores adicionales que indirectamente pueden influir en la calidad del sueño.
Algunas investigaciones recientes sugieren que incluir frutos secos en una dieta equilibrada puede contribuir al control del peso y a la salud metabólica. Por lo tanto, un pequeño puñado de este producto antes de dormir es completamente suficiente para obtener sus beneficios.
Es aconsejable que las personas que padecen de algún tipo de alergias a los frutos secos o cualquier tipo de condición médica específica consulten con un profesional de la salud antes de incluir este producto dentro de su plan alimenticio diario.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO