En Brasilia, la capital de Brasil, una singular pizzería ha encontrado la fórmula para triunfar en el competitivo mundo de la gastronomía, utilizando solo tres ingredientes: queso, salsa y orégano.
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El propietario, Enildo Gomes, explica que el proceso de preparación de su pizza de sabor único no sigue las convenciones típicas. Según él, "la pizza está al revés. Primero ponemos el queso encima de la masa. Encima del queso va la salsa. Por último, el orégano. La cosa es que con el queso encima queda esa pizza opaca, blanca, pálida. La pizza se vuelve roja con la salsa y llama la atención del cliente".
Con 64 años de historia, este establecimiento ha logrado ingresos que rondan los R$ 280.000 mensuales (aproximadamente más de $214 millones de pesos colombianos), todo ello con una única opción de pizza en el menú.
"Vendemos la porción y la pizza entera, pero lo que más se vende es la porción, que cuesta R$ 5. Vendemos en promedio mil porciones por día, pero yo vendí allí más de 3 mil por día en el pasado", revela Enildo.
Innovaciones en el menú
La pizzería también ofrece una variante interesante: la pizza doble, que se asemeja a un sándwich de pizza. "Es una porción pegada a la otra. Lo bueno es que queda cerrada, el queso no se derrama", explica el propietario. Además de la pizza, Enildo complementa su oferta con snacks y un refrescante "mate frío", que resulta ser el acompañante ideal para disfrutar de la pizza, según su experiencia. "Esa es nuestra combinación", añade.
El sueño de Enildo de tener su propio negocio comenzó a los 17 años, cuando dejó su hogar en Bambuí, Minas Gerais, para mudarse a Araxá. Allí, trabajó en una cafetería y aprendió a hacer pasta. Con el apoyo de un amigo, se trasladó a Brasilia, donde vio una oportunidad de emprender. "En ese momento, aquí [en Brasilia] no había casi nada. Trabajé en otro snack bar hasta que ahorré el dinero y abrí el mío propio".
Inaugurada en 1960, la pizzería comenzó vendiendo snacks salados. "Al principio se hacía con jamón o pepperoni, pero estos ingredientes se secan y no saben bien, ¿sabes?" relata Enildo.
Fue entonces cuando decidió ofrecer una pizza de mozzarella, que se ha mantenido popular desde entonces. "Esta pizza se puede comer incluso después de haber estado fría, pero sigue siendo deliciosa. Sencilla, barata y deliciosa" añade.
La jornada de trabajo de Enildo empieza temprano. "Ya estoy en la tienda ayudando a hacer la masa", dice, antes de abrir las puertas a las 7 de la mañana y cerrar a la medianoche. "Hay gente que desayuna pizza, gente que espera a que abran. Y, antes, allá por los años 70, solo cerrábamos a la 1 de la madrugada. Lo que pasa es que ahora es un poco más peligroso".
El secreto del éxito de su pizzería radica en la sencillez y calidad. "Simple, bien hecho, calidad", afirma Enildo. Durante más de seis décadas, ha mantenido los mismos ingredientes, ya que "si no, el cliente lo notará", y ha mantenido un precio asequible. "Es asequible", concluye con satisfacción.
O Globo (Brasil) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo, y contó con la revisión de un periodista y un editor.