La nueva mala hora del Pacto Histórico: ¿cómo afecta la pelea entre Gustavo Bolívar y María José Pizarro, y las denuncias contra David Racero, a la coalición oficialista?

hace 1 mes 76

No es un secreto que la senadora María José Pizarro y el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, no se pueden ni ver. La disputa entre dos de las voces más visibles del Pacto Histórico y del proyecto político que lidera el presidente Gustavo Petro viene de años atrás, pero volvió a tomar relevancia este fin de semana cuando el exsenador aseguró que no votaría por Pizarro si ella fuera la candidata del oficialismo en 2026 porque no es "buen ser humano".

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Es un capítulo más del llamado fuego amigo que ha marcado las relaciones del Pacto Histórico desde su fundación. Sin embargo, estas declaraciones de Bolívar representan todo un desafío para la coalición oficialista que desde hace más de dos años intenta consolidarse como un partido político único para participar en los próximos comicios, pero en vez de enviar un mensaje de unidad envían un mensaje de división en la cúpula del petrismo. 

 César Melgarejo/ El Tiempo

Gustavo Bolívar, director del DPS,

Foto:César Melgarejo

“Yo no soy hipócrita. Esa es una característica que tal vez no sea bien ponderada en política, pero si ella llegara a ser la candidata de la izquierda, yo respetaría eso. Sería una decisión del movimiento, pero yo no votaría por ella", sostuvo Bolívar en entrevista con Cambio. Agregó: "No voy a dañar esa relación más de lo que está. Pero yo no trabajo con personas que no son buenos seres humanos".

Pizarro, por su parte, es consciente del daño que esas palabras le hacen al Pacto Histórico, en un momento en el cual ya están pensando en las presidenciales del 2026 y el propio presidente Petro ha hecho varios llamados para que el progresismo siga gobernando en la Casa de Nariño.

"Este tipo de declaraciones lo único que logran es lesionar los esfuerzos por la unidad de nuestro proyecto político", señaló en entrevista con Caracol Radio.

Pero también más allá de diferencias personales, Bolívar y Pizarro son rivales en la intención de quedarse con la bendición del presidente Gustavo Petro para ser los candidatos de la izquierda en 2026. 

Senadora María José Pizarro

Senadora María José Pizarro

Foto:Prensa Senado

"Más allá de las causas de las diferencias, lo que sí es cierto es que la campaña por ser el sucesor de Petro ya comenzó en la izquierda. No puede no leerse bajo un lente político. Gustavo Bolívar viene de quemarse a la alcaldía, mientras que María José Pizarro viene perfilándose como la más fuerte candidata del petrismo: tiene el apellido Pizarro que tiene una gran importancia en la izquierda, es reconocida como una congresista juiciosa, con la que se puede dialogar, no se ha quemado en elecciones y, en una campaña donde el componente de género es un tema central y donde está la idea de que es hora de una mujer en el Palacio de Nariño, sin lugar a dudas representa una gran amenaza para las aspiraciones de Gustavo Bolívar", opinó el analista político Gabriel Cifuentes, columnista de este diario. 

Pero, ¿tendrá algún efecto en la consolidación de un partido único de izquierda, históricamente marcada por sus divisiones? Los analistas políticos coinciden en que no tendrá mayor efecto, pero sí se golpea la imagen de la coalición y vuelve a ponerse sobre la mesa la necesidad de lavar la ropa sucia en casa, algo que el Pacto Histórico no ha hecho.

El presidente Gustavo Petro.

El presidente Gustavo Petro.

Foto:Presidencia

"Dada la crisis por la que atraviesa el partido de gobierno, sería mejor que la ropa sucia se lavara en casa. No le hace bien al pacto que de manera anticipada se comiencen a entrever las diferencias dentro del círculo petrista. Si algo le podría hacer daño a la izquierda en Colombia es no llegar unida en el 26. La única posibilidad de aspirar a mantener la presencia en el congreso y tener chance de repetir presidencia, depende de que el bloque de izquierda se mantenga unido", agregó Cifuentes.

Mientras que Yann Basset, analista político y docente de la Universidad del Rosario, lo ve más como un tema personal que político: "Creo que son peleas como se suelen presentar en muchos partidos. No creo que esto afecte el proceso de unificación del Pacto Histórico, que tiene problemas mucho más de fondos que la pelea entre dos personalidades, aunque fuesen bastante importantes".

De hecho, así lo han querido hacer ver desde el Pacto Histórico, desde donde siempre han resaltado que más allá de las diferencias entre sus miembros, el compromiso con el proyecto político sigue firme. 

"En el Pacto Histórico, una coalición de partidos, como en todos los partidos hay diferencias que se dirimen en discusiones internas", dijo el representante de esa coalición Heráclito Landinez. Y añadió que "la creación el partido único es un proceso en el cual estamos y tendremos más diferencias que se irán superando.

Heráclito Landinez, representante a la Cámara del Pacto Histórico

Heráclito Landinez, representante a la Cámara del Pacto Histórico

Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO

Las implicaciones del  caso Racero y su UTL

Además de la nueva pelea entre Bolívar y Pizarro otra de las voces más visibles de la bancada no atraviesa por un buen momento. El expresidente de la Cámara de Representantes David Racero está implicado en presuntas irregularidades en el manejo de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL), según denuncias del periodista Daniel Coronell.

Racero, al parecer, le habría cobrado parte de su sueldo a un miembro de su UTL, práctica ilegal que se ha visto durante años en el Congreso y parlamentarios han sido enviados a prisión por este hecho. Incluso, se les ha decretado la muerte política.

Equipo de David Racero en 2018

Equipo de David Racero en 2018

Foto:Facebook David Racero

Este caso, que está por probarse y ya está en manos de las autoridades competentes, golpea a Racero pero también al Pacto. 

"Se suma a los escándalos que desvirtúan la idea de que el Pacto, el Gobierno y su partido representaban un cambio. Sin perjuicio de lo que determinen las autoridades, la mancha que queda es enorme, sobre todo cuando viene de alguien que fue un férreo opositor de las mismas denuncias por las que hoy está en la picota pública. Si se llegara a probar que lo denunciado es cierto, no solo tendría severas consecuencias jurídicas que podrían poner en riesgo la carrera de Racero, sino que representan un golpe al corazón del petrismo. Racero es cercano al presidente, uno de los representantes más visibles del Pacto y el expresidente de la Cámara de representantes, no se trata de cualquier miembro del partido. Los hechos denunciados ya son graves por si mismos, pero en cabeza de Racero su impacto es aún mayor", comentó Cifuentes. 

"Lo de Racero golpea la imagen del Pacto Histórico", enfatizó Basset. 

MATEO GARCÍA 

Subeditor de Política

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