La nevada histórica y catastrófica de 1988 en Estados Unidos: imágenes impactantes

Puede que para muchos sea un deseo ver nevar en las grandes ciudades, especialmente considerando que en zonas como Nueva York este evento es cada vez más raro. Sin embargo, no debe olvidarse la fuerza de la naturaleza que puede llegar a generar grandes desastres y como ejemplo, la tormenta de nieve de 1888 que está considerada entre las más mortíferas.

A esta nevada también se le conoce como la ventisca del 88 o la tormenta de nieve de los niños pues, desafortunadamente, muchos menores murieron intentando volver a sus casas desde la escuela un 12 de enero de 1888, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, (NWS, por sus siglas en inglés).

Y es que, en enero de 1888 se registró una ola de frío intensa que afectó principalmente a las regiones del oeste y noreste del país. Solo como ejemplo, basta mencionar que en la zona de Missoula, en Montana, llegaron a registrarse temperaturas de menos 41 grados centígrados.

La conocida tormenta de 1888 quedó registrada en la historia por diversas razones, entre ellas que en dicha ocasión no fue precedida por una irrupción de aire frío en el este del país y tampoco siguió la trayectoria habitual de las nevadas severas sino que se desplazó lentamente hacia el mar.

Pero, semanas más tarde vendría lo peor para Nueva York. De acuerdo con la información disponible en el portal especializado en clima Weather Underground, en la ciudad la lluvia se convirtió en nieve durante la madrugada del lunes 12 de marzo y, con las horas, todo se salió de control.

Con vientos que superaban los 80 kilómetros por hora, a las 8 A.M., la ciudad de Nueva York ya estaba completamente paralizada por la nieve, por supuesto, las vías de comunicación se paralizaron, e incluso, algunas líneas de ferrocarril sufrieron descarrilamientos.

Se calcula que alrededor de 50 trenes quedaron varados entre Albany y Nueva York, además de en Long Island, Nueva Jersey y Connecticut. Quienes quisieron continuar su camino, se descarrilaron luego de intentar atravesar las ventiscas de nieve.

También, varios barcos naufragaron debido a la velocidad de los vientos, las fuertes olas y la acumulación de hielo.

De inmediato, varios lugares sirvieron como refugio, entre ellos el hotel Astor que instaló 100 camas temporales en su vestíbulo para poder recibir a las personas que, simplemente, ya no podían seguir caminando por las calles.

¿Cuántas personas murieron en la gran tormenta de nieve de 1888?

De acuerdo con datos históricos, entre el 12 y el 13 de enero de 1888, cuando se registró la conocida tormenta de nieve de los niños, se calcula que murieron entre 200 y 250 personas, en la mayoría menores que quedaron atrapados en la nieve.

A su vez, en la tormenta de marzo, se calcula que al menos 200 personas murieron en la ciudad de Nueva York, la mayoría enterradas en los montones de nieve.

Así, se considera que en estas tormentas de 1888 murieron alrededor de 400 personas y que los daños ascendieron a más de US$20'000.000 según datos de la enciclopedia británica.

¿Cuál fue la tormenta de nieve más mortal en la historia de Estados Unidos?

La tormenta de nieve de 1888 está considerada entre las nevadas más catastróficas en toda la historia de Estados Unidos cuando se alcanzó una acumulación de nieve de hasta casi el metro y medio de altura.

De hecho, los registros indican que en Central Park la nieve alcanzó los 53 centímetros de altura y, se llegó a los 91 centímetros en partes de Brooklyn y Queens.

¿Qué causó la gran tormenta de nieve de 1888?

Un dato interesante es que la gran tormenta de nieve de 1888 fue el primer desastre natural ampliamente fotografiado en la historia del país.

Al final este evento climático tuvo un lado positivo, pues las autoridades de la ciudad de Nueva York se dieron cuenta de que necesitaban mejores sistemas de transporte y comenzaron a planear lo que hoy es el metro de la ciudad.

Además, debido a que se interrumpieron todas las comunicaciones tras la caída de los cables de telégrafo, estos se fortalecieron, y más tarde, se invirtió en líneas eléctricas.