En una subasta realizada el pasado 19 de noviembre por Stack's Bowers Galleries, una moneda de plata estadounidense anterior al período de la Revolución, acuñada en el año 1652, fue vendida por US$2'520.000, superando ampliamente el récord establecido anteriormente.
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En su página web oficial, la casa de subastas que se define como "el líder mundial en subastas de monedas y billetes estadounidenses antiguos y raros", explicó que la moneda superó el precio récord mundial anterior de US$646.250 para una moneda estadounidense acuñada antes de la Revolución Americana en casi US$2'000.000, estableciendo a su vez un récord para cualquier moneda estadounidense no dorada acuñada antes de la fundación de la Casa de la Moneda.
Con un peso total de solo 1,1 gramos, la moneda de tres peniques de Massachussetts, cuyo valor en plata es de US$1,03 según el mercado actual, es el único ejemplar conocido fuera de un museo. Un ejemplar similar permaneció en la colección de la Sociedad Histórica de Massachusetts durante 120 años, y desde entonces, ningún coleccionista individual logró conseguir una moneda similar.
Escondida durante años, la moneda fue descubierta en una caja de cartón en Países Bajos en 2016, bajo una etiqueta que decía "Ficha de plata desconocida/ De la familia Quincy/ Creada en Massachusetts en diciembre de 1798". Luego de las pruebas correspondientes, el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés) determinó la autenticidad de la moneda.
Como dictaba la ficha, se cree que la moneda procede de la familia Quincy de Boston, una dinastía política de la que formaba parte Abigail Adams, cuyo marido, John, fue embajador en los Países Bajos durante las décadas de 1770 y 1780.
La historia de la moneda de EE. UU. que se vendió en US$2,5 millones
Poco tiempo después de que se estableciera la Casa de la Moneda, los trabajadores se revelaron contra las autoridades británicas para producir monedas, lo que generó el "creciente sentido de identidad de la colonia como separada de la madre patria y su determinación de regular su propia economía", según indica la Sociedad Histórica de Massachusetts.
De aquella rebelión quedó también la marca NE, abreviatura de Nueva Inglaterra en inglés, junto con números romanos en las monedas que solo se produjeron durante meses, por lo que solo subsistieron unos pocos ejemplares con el paso del tiempo.