En un gesto que simboliza los esfuerzos de reconciliación en Colombia, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso estrechó la mano del presidente Gustavo Petro durante el emotivo acto llevado en Montería, capital de Córdoba, el pasado jueves 3 de octubre.
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El evento, enmarcado en una ceremonia de entrega de tierras, fue testigo de un momento histórico cuando Mancuso pidió perdón públicamente a miles de víctimas del conflicto armado.
La escena, cargada de simbolismo, reunió a dos antiguos adversarios: Mancuso, otrora líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y Petro, ex guerrillero del M-19 y ahora presidente, quien en el pasado fue objetivo militar de los paramilitares. Un encuentro que subrayó los complejos caminos de la reconciliación en el país.
En un emotivo discurso, Mancuso asumió la responsabilidad por la "tragedia humanitaria" que padeció el departamento de Córdoba bajo su mando en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
"Frente a usted, asumo la responsabilidad por tanto dolor, sufrimiento y lágrimas, por el despojo de tierras, por los vejámenes a los que fueron sometidas las personas bajo las órdenes que impartí", declaró el exjefe paramilitar.
El hombre con el que intercambia sombreros Petro, es un narcotraficante y asesino que estuvo más de una década en prisión en EEUU.
Ha participado en al menos 75.000 crímenes, 300 asesinatos, violaciones sexuales, narcotráfico y más: pic.twitter.com/DGgdm9HF7x
Mancuso reconoció el daño causado no solo a las víctimas directas, sino también a sus familias y a la región entera. Afirmó que su perspectiva cambió cuando miró por primera vez a los ojos de las víctimas en las audiencias de Justicia y Paz, momento en el que comenzó su transformación personal.
El excomandante paramilitar también abordó el tema de la reconfiguración del campo colombiano a través de la acumulación de tierras, calificándola como una "contrarreforma agraria de facto". En este contexto, elogió los esfuerzos del gobierno actual por revertir esta situación mediante la entrega de tierras a campesinos y víctimas.
Mancuso hizo un llamado a la paz, argumentando que sin ella no es posible una reparación efectiva. Se comprometió a sumarse a los esfuerzos de paz del gobierno y solicitó celeridad en la instalación de mesas de diálogo, incluyendo una con exmiembros de las autodefensas para la búsqueda de bienes.
La voz de las víctimas
Las reacciones de las víctimas tras el discurso de Mancuso reflejan una mezcla de emociones y perspectivas:
"Yo soy víctima del conflicto. Salvatore Mancuso me hizo un atentado donde murió uno de mis escoltas de la SIJIN. Me trasladé como desplazado a la ciudad de Bogotá". Sin embargo, Pico mostró una actitud conciliadora al agregar: "Hace dos años estoy de nuevo en Montería y he encontrado que la reconciliación entre los colombianos sí es posible", señaló Álvaro Pico, víctima de un atentado ordenado por Mancuso, compartió su experiencia personal:
Jorge Elías Ricardo, presidente de la Asociación de Campesinos del Sur de Córdoba, expresó un cauto optimismo: "Lo vemos a modo de que ya se está, de cierta forma, desde estos antiguos jefes paramilitares, aportando un poco a este proceso de cambio que estamos teniendo acá en el territorio". Ricardo reconoció que el perdón no será fácil, pero destacó la importancia de la verdad en el proceso de reparación: "Eso no va a revivir los muertos y lo que ha hecho Mancuso no lo van a perdonar, pero creo yo que una de las cosas que ayuda a reparar a todas estas víctimas es, específicamente, empezar a conocer la verdad".
Oscar Manuel Pérez, otra víctima de los paramilitares, enfatizó la importancia de la verdad en el proceso de sanación: "Hay personas que desconocen cómo fueron que sucedieron los hechos y hoy en día, ya haciendo la reparación y haciendo el manifiesto lo que se dice, ya muchas personas van a salir de las dudas que tienen sobre sus seres queridos y las víctimas que sufrimos este conflicto".
Presidente Gustavo Petro entregó tierras de exparas en Montería
El presidente Petro asistió a la entrega de 8.430 hectáreas de tierras a campesinos víctimas del conflicto. De estas, 7.916 hectáreas corresponden a predios que pertenecieron a los entonces jefes paramilitares alias 'Macaco', alias 'Nico' y alias 'Cuco Vanoy'.
Estas tierras, anteriormente en manos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fueron adquiridas por el Gobierno nacional para destinarlas a la Reforma Agraria, mediante un convenio entre el Fondo de Reparación de Víctimas y la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Sandra Márquez Leones
Especial Para El Tiempo
Montería