Caminar es uno de los ejercicios base cuando se desea iniciar una rutina de actividad física más completa o tal vez ser un poco más activo en el día a día. Esta práctica resulta ser de las mejores opciones en cuanto a la mejora de la salud y la pérdida de peso.
Sin importar cuál sea la finalidad que usted tenga al realizar esta actividad, es claro que los beneficios que recibirá de ella son múltiples, entre los más comunes se encuentra la disminución de los niveles de glucosa y colesterol, la mejora en la función respiratoria, el incremento del consumo de calorías y muchos más.
Para muchas personas que recién se encuentran incorporando este ejercicio a sus vidas, la duda de cuál es el mejor momento para realizarlo puede ser una de las más comunes. Sin embargo, lo ideal es que se haga en el espacio del día en el que mejor se acomode a sus rutinas, pues muchas veces una planeación podría interferir con sus horarios diarios.
Es importante que antes de empezar a caminar caliente muy bien. Foto:iStock
¿Cuál es el mejor momento para caminar en el día?
La mejor hora para ejercitarse depende de diferentes factores, en el caso de las mujeres, por ejemplo, una investigación reciente asegura que el ejercicio matutino reduce la grasa del vientre y la presión arterial del cuerpo, mientras que el ejercicio vespertino ayuda a aumentar la fuerza muscular, la potencia y la resistencia.
En el mismo estudio indican que para los hombres, la actividad física vespertina reduce la presión arterial, el riesgo de sufrir cardiopatías y la sensación de fatiga. Así que el momento en que cada persona decida hacer ejercicio sí tendrá un impacto diferente en el organismo.
La efectividad que tenga el realizar esta práctica en el cuerpo, depende del tipo de movimientos que usted realiza, los objetivos que usted tenga con el mismo e incluso de la velocidad y resistencia que usted tenga.
Caminar es un ejercicio que cualquier persona puede realizar. Foto:iStock
Caminar después de la cena
Los beneficios que se pueden recibir al caminar después de la cena son múltiples si se tiene el cuidado necesario para no generar malestares como indigestión o tal vez mareos acompañados de posibles vómitos.
Un paseo después de haber comido podría ayudar a la digestión, mejora la absorción de nutrientes y contribuye al control de los niveles de azúcar en la sangre. Estos beneficios ayudan a mantener un estado de salud estable y a prevenir algunos problemas en el organismo.
Es importante contactar a un profesional que establezca una rutina adecuada según los objetivos personales, la dieta diaria de alimentos y el estado general de su organismo, para así evitar cualquier tipo de lesión o malestar.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO