La historia de joven que cayó por accidente de un noveno piso en Miami, le dijeron que no podía caminar y ya se sostiene por sí solo

Didier Martínez, de 28 años de edad, tuvo un trágico accidente en septiembre del año pasado. Por accidente cayó de un noveno piso de un edificio en Miami, Estados Unidos.

El joven se había ido a dicho país con la intención de estudiar inglés y trabajar. Incluso, días después de su accidente debía devolverse a Bucaramanga, Colombia, para terminar su carrera como ingeniero civil en la Universidad de Santander, UDES.

El pronóstico de Didier era desolador, llevaba más de cuatro cirugías en Estados Unidos y los doctores indicaron que las posibilidades de volver a caminar eran mínimas, por no decir que casi nulas. 

El colombiano estuvo en Uci por mucho tiempo y contó que al principio, luego de despertar, parecía un vegetal, pues no era capaz de mover su cuerpo, de sostener su cabeza y los pies estaban inmóviles. 

Es una historia de resiliencia y de voluntad, porque aunque los expertos en salud le daban pocas probabilidades de recuperar su movilidad, Didier aseguraba que la última palabra la tenía Dios y su fe, pues luego de este incidente generó un mejor acercamiento a la vida espiritual. 

"Cuando me levanté del coma no podía mover los pies, no podía mover la cabeza, era prácticamente como un vegetal. Los dictámenes de los médicos eran que yo posiblemente no iba a volver a caminar, pero el último que tiene la palabra es Dios y yo me pegué muchísimo a Él", explicó Martínez. 

El proceso de recuperación es lento y de paciencia, actualmente Martínez regresó a Colombia para obtener su título en la Universidad de Santander, y asegura que a través de las terapias ha mejorado. 

Explica que ya se puede poner de pie, puede mover la cabeza y puede dominar su tronco al sentarse, situación que hace unos meses no podía realizar. 

El 22 de diciembre del 2024 se hizo una última cirugía en Colombia para la reconstrucción de su tobillo derecho y está en ese proceso de recuperación, mientras tanto, se mueve con su pie izquierdo. 

Desde que se dio a conocer su accidente en los Estados Unidos, la comunidad en general se solidarizó y se emprendió una campaña en el que se logró recoger 12 mil dólares para todos los gastos médicos y su regreso a Colombia.

Ante esta ayuda económica que recibió su familia, Didier agradece a quienes donaron para su recuperación.

"Nunca pensé recibir tanto apoyo. Estoy supremamente agradecido con toda Bucaramanga y Colombia, porque las ayudas que recibí fueron a nivel nacional. Sigo infinitamente agradecido”.

Continuó diciendo sobre su recuperación:  "Al día de hoy ya estoy poniéndome en pie, estoy moviendo mis pies, mi cabeza, estoy manteniéndome sentado, cosa que no podía hacer antes. No tengo afán, realmente el tiempo de Dios es perfecto y estoy con paciencia asistiendo a las terapias todos los días, esforzándome para volver a ser no como antes, sino esta vez mucho mejor porque tengo a Dios en mi corazón".

Dijo que de esta experiencia ahora le queda convertirse en un testimonio de vida, pues asegura que Dios lo salvó. 

"Para Dios nada es imposible, y de eso no me cabe duda", reiteró.

Precisamente, en la última semana Didier logró obtener su título como ingeniero civil en la Udes, con su silla de ruedas pudo asistir a la ceremonia y recibir el cartón para celebrar junto a su familia. 

"Me gustaría resaltar la pedagogía de los maestros y sus laboratorios. No solo se concentraron en la teoría, sino también en explicarnos los problemas que se pueden presentar en campo y cómo resolverlos", puntualizó sobre su universidad.

Melissa Múnera Zambrano

Corresponsal de EL TIEMPO - Bucaramanga