Un vigilante de una institución educativa se convierte en la nueva víctima mortal que deja la fuerte ola invernal en el departamento de Nariño. A ocho ya ascienden los muertos en solo 24 horas en esta región del país.
Río Patía. Foto:Archivo particular
Como Jaime Hernán Hidalgo Fuel ha sido identificado por las autoridades el vigilante de la institución educativa Sidón, en el municipio de Cumbitara, quien habría muerto cuando nadaba en la quebrada Honda y luego fue arrastrado hasta el caudaloso río Patía.
Desde la mañana del lunes 5 de mayo tras su desaparición, las autoridades iniciaron su búsqueda en esa zona de la cordillera Occidental de Nariño, donde llueve de manera permanente.
Al conocerse la información, de inmediato familiares y amigos iniciaron las labores de búsqueda por las zonas aledañas al río Patía, con la finalidad de lograr su pronta localización.
También se extendió su búsqueda por zonas ribereñas de las veredas La Tortuga, Pesquería y Nulpi, en los límites con el municipio de Barbacoas.
Sin embargo, la secretaría de Educación de Nariño con el paso de las horas y por las grandes dificultades climatológicas y topográficas que imperan en la región, extendió un mensaje de condolencias a la familia del vigilante de la escuela en Cumbitara, tras ser arrastrado por la avalancha.
‘’Nos solidarizamos con la familia de don Jaime Hernán Hidalgo Fuel, vigilante de la Institución Educativa Sidón, quien fue arrastrado por una avalancha mientras nadaba en la quebrada Honda, en el corregimiento de Sidón”, reveló esa dependencia.
Luego manifestó: “Acompañamos con respeto este difícil momento y nos unimos al llamado para continuar con las labores de búsqueda. Invitamos a las comunidades cercanas al río Patía a estar atentas y brindar cualquier información que pueda contribuir a su pronta localización”.
“No hay posibilidades que salga con vida”
Liliana Gustín, coordinadora de educación de la Alcaldía Municipal de Cumbitara, informó que aún se mantiene la búsqueda del cuerpo del vigilante, en medio de la angustia y el dolor de sus familiares.
“Si, se supone que no esté con vida porque cayó al río Patía, allí no hay posibilidades de que salga con vida”, recalcó y agregó que se hacen todos los esfuerzos por recuperar el cuerpo del hombre de aproximadamente 57 años de edad.
Indicó que a las comunidades que habitan en las áreas ribereñas se les solicitó que contribuyan con las tareas de búsqueda del cuerpo, y brinden cualquier información relacionada con su paradero a las autoridades.
Algunas de las víctimas por la creciente. Foto:Archivo particular
Siete indígenas muertos
A este hecho se suma la trágica muerte de siete indígenas, de los cuales cuatro son menores de edad y los tres restantes adultos, cuando navegaban por las aguas del río Nulpe, en jurisdicción del municipio de Barbacoas, pero la embarcación en la que se movilizaban se hundió por la fuerza de la corriente.
El río Nulpe, donde ocurrió la tragedia de los awá. Foto:Archivo particular
Los muertos pertenecían al resguardo indígena Gran Sábalo del pueblo awá y a la comunidad de San Jacinto.
Fue el pasado domingo 4 de mayo, cuando, según el testimonio de algunos pobladores de la región, observaron que la lancha artesanal navegaba por las aguas del río Nulpe y era conducida por Misael García.
Las autoridades tradicionales del resguardo indígena consideran que fue la creciente súbita del río y las fuertes lluvias, lo que habría provocado que la embarcación fuera arrastrada por la corriente y sus ocupantes habrían muerto ahogados.
MAURICIO DE LA ROSA
Especial para EL TIEMPO
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Protección animal en Colombia. Foto: