Según el portal especializado en salud Medical News Today, este alimento, rico en fibra soluble, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, contribuye a la protección renal al reducir los niveles de azúcar en sangre, el colesterol y el estrés oxidativo.
Además, su bajo contenido en potasio la hace apta incluso para quienes padecen enfermedad renal crónica (ERC), un aspecto fundamental en la dieta de estos pacientes.
¿Cómo las manzanas benefician la función renal?
Los riñones cumplen funciones esenciales en el organismo, como la eliminación de toxinas y el equilibrio de líquidos y electrolitos.
La manzana proviene del árbol Malus domestica. Foto:iStock
Sin embargo, enfermedades como la diabetes y la hipertensión pueden deteriorar su capacidad de filtración, por lo que aumenta el riesgo de insuficiencia renal. En este contexto, la manzana se convierte en una aliada clave debido a su contenido en pectina, un tipo de fibra que ayuda a regular los niveles de glucosa y colesterol en sangre, reduciendo dos de los principales factores de riesgo de enfermedad renal.
Además, contienen polifenoles y flavonoides, compuestos con potentes propiedades antioxidantes que combaten el daño celular causado por los radicales libres. Este efecto protector es fundamental para prevenir el estrés oxidativo, un proceso que puede acelerar el deterioro de la función renal con el tiempo.
Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition reveló que el consumo regular de frutas ricas en fibra, como las manzanas, se asocia con un menor riesgo de enfermedad renal crónica.
Por otro lado, la baja cantidad de sodio que presenta contribuye al control de la presión arterial, otro factor más que determinante en la salud renal. Los pacientes con hipertensión suelen desarrollar insuficiencia renal con el tiempo, por lo que una alimentación basada en frutas y vegetales de bajo contenido en sodio es una vía clave para proteger estos órganos vitales.